Wilco estuvo aquí, en Murcia, bajo la lluvia, tocando frente a un mar de paraguas y chubasqueros. Algunos les pedían más empatía, otros simplemente bebían y anhelaban más verbena. No fue su mejor concierto, pero con el freno de mano echado todavía le siguen pasando a muchas bandas por encima. Tuvieron sus momentos de toreo de salón en el coso de la Condomina, pero lo sublime ya lo habían alcanzado en otros lugares, como el Liceo, en la misma semana. Concierto correcto y a seguir haciendo historia por el mundo. Nosotros lo fotografiamos.