Pocas imágenes tan icónicas en el cine norteamericano como la del pistolero solitario perdiéndose en el horizonte a lomos de su caballo. El gángster en el coche lo sustituyó en su imagen de rebelde, como bien saben los devotos de Drive.
En Mátalos suavemente (Killing them softly, 2012, Andrew Dominik) aparece Brad Pitt (más carismático que nunca) en su coche y suena James Wilsey (en el programa de Tímpanos y Luciérnagas me colé y sonó la original de Johnny Cash) y The man comes around “… hay un hombre caminando por ahí apuntando nombres. Es él quien decide a quien liberar y a quién culpar. No todos recibirán el mismo trato”. Canción que define al personaje que, en sus conversaciones con Roy Jenkins, son lo más destacable de una película que a duras penas puede medirse con el gran cine de gangster. El resto de la banda sonora, no muy presente, lo conforman Nico, la Velvet Underground, Carl Stone…
Donde si suena la original The man comes around en en la última secuencia de Generation Kill, la miniserie con la que David Simon nos endulzó la espera entre The Wire y Treme. La invasión de Iraq contada por un periodista que va empotrado con los marines. Simpatía por los soldados (que en su mayoría son unos veinteañeros con las luces que tenemos todos a esa edad) y asco por los que planearon una invasión, no entro en ilegal, pero sí muy chapucera, como se ve en la miniserie.
Por lo demás, tocaba hablar de la aparición de Cash en la película El último pistolero (con Kirk Douglas) y de la película en la que lo interpretó Joaquin Phoenix, pero como la canta James Wilsey del que nada conozco, cierro la columna en seco. Y no, no suena Killing me softly en Killing them softly.