Fotocrónica: Chuck Prophet & The Mission Express

Tras varios años siguiéndole los pasos de cerca, al fin me topé con Chuck Prophet & The Mission Express. Fue en Alicante y desde que conocí la fecha mi calendario quedó bloqueado para ese día. Así que ayer nos plantamos allí. Prophet llevaba dos discos buenísimos seguidos (tiene más, claro) cuando terminó 2016. Pese a la altura de su propio listón, este año ha confirmado que su estado de forma es envidiable lanzando ‘Bobby Fuller Died For Your Sins’, un álbum sólido como una roca, divertido, intenso, lleno de homenajes instrumentales y líricos e implicado socialmente con su presente. Lo que viene a ser un pedazo de disco de rock´n roll. Bobby Fuller elevó a hit, entre otros, el ‘I Fought The Law’ de Sonny Curtis y murió en los 60 muy joven y de forma extraña. Su halo inspirador ha permanecido en el imaginario de Prophet, hasta el punto de que el crujido de un viejo disco de Fuller supuso el pistoletazo de salida y bautizo del disco de Chuck. Entre sus líneas se cuelan también Alain Vega, David Bowie, la actriz Connie Britton, la controvertida muerte de Alex Nieto e incluso Jesucristo en el papel de bebedor social, todo con un aire de inquietante celebración como herramienta de recuperación de fe.

¿Y qué pasó anoche, pues? Bajo mi punto de vista, me zampé el mejor concierto de rock’n roll que he visto desde que hace un par de años pudiera disfrutar por fin de Reigning Sound. Y he visto unos cuantos, creo. Incluso sorprende la energía que desprende, ya pasados los cincuenta, un artista con tantos kilómetros en el lomo. Además, al verlos tocar en directo te das cuenta del secreto de su solidez de banda infalible: la de The Mission Express es una doble historia de amor. Por la música y todo su imaginario en primer lugar, sin referentes casposos, con mucho oficio e incendiando escenarios pequeños por medio mundo. Y luego hay un hilo invisible (o no tanto) que une todo, y es la química imposible de ocultar entre Chuck Prophet y Stephanie Finch, su mujer, teclista, impagable vocalista y «true leader of the band» como bien la presentó. The Mission Express tiene nombre de vieja locomotora a prueba de bombas y así se comporta.

El bolo terminó, la gente sonriente compró discos y el aire triunfal de los grandes momentos flotaba en el ambiente. Va a ser que el amor sí mueve el mundo, al menos el nuestro.

También hice alguna fotos, como esta que podéis ver aquí, para ilustrar todo esto que cuento.

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