Me llamaban Coyote – ‘Un gran amor: John Cusack cual Romeo en la ventana de Julieta mientras suena Peter Gabriel’

A finales de los 80 Cameron Crowe dirigió, a mi juicio, la mejor comedia romántica adolescente que, bebía del teen ochentero pero también fue de las primras que encontraron su público entre la generación MTV:  Un gran amor, horrible título español de Say anything…

Con escenas inolvidables como la de la carta que John Cusack entrega en prisión a John Mahoney; el guardián de las llaves en la fiesta; mi favorita: ese final en el avión despegando en el que se anuncian turbulencias; o, la más conocida, John Cusack en el jardín de Ione Sky, despertándola con el In your eyes de Peter Gabriel (en Internet se puede ver un directo de Peter Gabriel en el que aparece John Cusack con el legendario -parezco Barney- tocata).

Los 80 han regresado al cine (como cualquier otra época, tampoco supone una novedad esa vuelta) con películas como Take me home tonight -de la que ya hablé en esta sección de Me llamaban Coyote- o Jacuzzi al pasado (con John Cusack), aunque sin la capacidad de crear imágenes icónicas: mis 80: el pelo cortísimo de Mary Stuar Masterson, Patrick Dempsey en la segadora del césped en No puedes comprar mi amor, Molly Ringwald de rosa y, por supuesto, John Cusack y el tocata.

Dudé entre esta última o La chica de rosa de Molly y el Pretty in Pink de Psychedelick Furs. Pero Un gran amor nos ofrece la oportunidad de recordar la buena elección de canciones en las películas de Cameron Crowe (fue redactor desde la adolescencia de revistas como Rolling Stone; escribió con su ex mujer las canciones de la banda que imagina para Casi famosos) y el descenso alarmante de la calidad de sus filmes. Tras una interesante Solteros, la película Seatle por excelencia con música de bandas como Mudhoney, Alice in Chains o Pearl Jam (que aparece en el film y con los que Cameron Crowe rodará en 2012 un documental), el horror: Jerry Maguire, Vanilla Sky, Elizabethtown… (eso sí, todas con banda sonora de lujo.

No sé qué pesa más en la balanza; en qué lugar de la historia situar a Cameron Crowe: ¿nos quedamos con ese final esperanzador pero que reconoce en un solo plano la incertidumbre del amor de Un gran amor o con la pareja Cuba Gooding Jr. y Tom Cruise gritándose aquello de «enséñame la pasta»?

Eso sí, tras ver Un zoológico en casa y, como Victor McLaglen en El hombre tranquilo, a Cameron Crowe lo apunté en mi lista negra.

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