Llueve, Capullo!: «Somos zagales vacilones de mecha corta y gran corazón»

He llegado tarde a conciertos de Llueve, Capullo!, cuando ya habían terminado de tocar, en tiendas de ropa, en ferias de autoedición, en okupas y hasta en un skate park, y lo más gracioso de todo es que, al menos en este caso, nunca ha sido de forma premeditada. Así que, en estos tiempos de incertidumbre, he decidido compensar esta ofensa involuntaria al Dr. Llueve y al Sr. Capullo, y el no haber llegado aún a verlos actuar en directo, con una entrevista. Al fin y al cabo su disco es uno de mis favoritos de la temporada. Por lo que sea.


 

Si Fulgencio Zurullo os dejara, ¿cómo os gustaría definiros a vosotros mismos?
Dr. Llueve: No somos otra cosa que zagales vacilones de mecha corta y gran corazón, amigos de lo oculto y de gustos sencillos.


¿Qué os ha unido más, Vistabella o Fernando Morientes?
Sr. Capullo: Morientes, sin duda. Yo llegué a Vistabella cuando ya éramos amigos. Sin el Madrid, seguramente más que sin las bandas que desde el primer momento vimos que compartíamos, a la segunda o tercera vez que nos cruzáramos nos hubiéramos liao a palos.


Me gusta pensar que no es nadie en la música murciana si no te han echado nunca de un bar por culpa de Santos o te has montado una banda con Nacho (o al menos lo has intentado). De bares a lo mejor está todavía feo hablar, así que enumerad los grupos de Nacho con los que al menos haya llegado a sacar alguna canción en el local de ensayo.
Dr. Llueve: Ese Nacho que mencionan, je je, en estas latitudes es llamado Dr. Llueve, sease, un servidor; He tocado y hecho canciones con Pepsicolos, Pelacats, Muertos de Hambre, Blandiblú, Escombros de colores, Meteorito, Kaneda, Sandía/Sol, Mamá y Dadá, Transistor, Bici Ninja y… alguno más que no recuerdo. Un besito.


Decís que ‘121 goles’ es un álbum abiertamente emocional y que Llueve, capullo! es la historia de vuestra amistad. ¿Puede que, aunque nos hayan vendido otra cosa, no haya nada más punk que esto?
Sr. Capullo: Pues seguramente no lo haya, no. Más que como una estética determinada o una forma de hacer canciones, yo entiendo el punk como un vehículo expresivo en el que tienen cabida nuestras emociones más viscerales, ya sean positivas o negativas, todo lo que vaya de sentirte vivo. Y yo pocas veces he sido tan consciente de estar vivo como cuando toco con mi compadre el gorras.


Las referencias al Real Madrid en ‘121 goles’ son diversas. Si yo tuviera que comparar a Llueve, capullo! con un momento en la historia de este club, sin duda sería el primer paso de Camacho por su banquillo. ¿Cómo lo veis?
Sr. Capullo: Está bien, pero yo creo que la historia de nuestra generación es la del Madrid de Queiroz: un equipo que parecía que iba a salir en los libros de Historia con un pie de foto que hiciese alusión a semejante forma de sacarse la polla y que luego no se comió ni medio colín. Cuarto en liga, el Zaragoza ganándote la Copa y el Mónaco echándote de la Champions. Dime tú si esos no somos todos nosotros. Con respecto a Camacho, por cierto, quiero reivindicar que aquella destitución nos trajo con los años a un comentarista capaz de decir «tamién».


Una buena parte de las canciones de vuestro primer LP ya las pudimos escuchar en una demo ya no disponible en la red, ¿qué os llevó a hacer este borrón y cuenta nueva de temas?
Dr. Llueve: La primera grabación nos molaba porque fue orquestada por nuestro querido y solicitado Javi ‘Polémico’ Arnedo, en una tarde fatídica de emociones transformadoras, bochorno y precariedad técnica y creemos que el sentir de esa tarde está perfectamente encarnado en las grabaciones que comentas, que quedan ahora para uso y disfrute privado. Sentimos también que en los dos años entre grabación y grabación (2017-2019) mejoramos con la batería y guitarra y decidimos grabarlo con un alberqueño de dos metros e infinita paciencia. Tampoco hay mucho más.


Si os da por hacer como vuestros amigos de Pedriñanes 77 y aumentar la banda a formato trío, ¿a quién os gustaría fichar si Antonio Hidalgo rechazara la oferta?
Sr. Capullo: Solo hay dos opciones: o el Pepelu y entregarle sin contemplaciones los designios de la banda, o el de Tame Impala y pegarle pescozones. Que el Dr. o yo la liemos y que el de Tame Impala amague el lomo porque sabe que le viene un pescozón. Echarle la culpa de cualquier cosa. Que venga el Ruto Neón a un concierto nuestro porque sabe que toca el otro y que en medio de una canción paremos y lo echemos de la banda y Ruto se dé cuenta de que no lleva camino ninguno.


CROMO: «Nos identificamos con las bandas a las que les apasiona lo que hacen»

Siempre he tenido cierta fijación por las «microescenas», unas pocas personas montando un montón de buenas bandas de estilos similares en un entorno territorial limitado y en un periodo de tiempo determinado, como el hardcore de la Vega Baja o aquellas bandas de ‘maikeles’ de Alhama de Murcia y Totana a principios de este siglo. Si tengo que extrapolar esto a la actualidad, no me cabe duda de que debo nombrar a otras bandas murcianas como Nueva Generación, Sabotaje, Tumefactum, Incidente Tunguska o Pintauñas Negro. A estos nombres se unió hace unos pocos meses el de CROMO, la nueva banda de punk formada por Vanesa (Sabotaje, Absoluta), Manuel (Tumefactum, Pintauñas Negro) y Guille (Nueva Generación, Incidente Tunguska), que se estrenaba con una demo publicada en formato cassette el pasado mes de noviembre y con cuya entrevista quiero retomar la actividad después de la cuarentena.


 

En el momento de vuestra formación cada componente de la banda estaba tocando ya en otras dos bandas, ¿qué os llevó a iniciar la actividad con una tercera? ¿Qué os aporta cromo con respecto a vuestras otras bandas?
Pues lo de empezar a tocar con una nueva banda fue casualidad, ya que con el resto de bandas no estás siempre a tope y existen períodos de tiempo muerto en los que puedes aprovechar para tocar con otra gente. Empezar con CROMO nos ayudó a salir un poco de nuestra zona de confort, nos proporciona desaprendizaje en unas cosas y aprendizaje en otras.


En un primer momento, cuando se anunció vuestro primer concierto, que luego se aplazó, vuestro nombre era Tercera Dimensión, como una de las canciones de vuestro primer EP. Finalmente, en el momento del debut efectivo, os presentasteis como CROMO. ¿Por qué este cambio de nombre?
Porque el nombre lo elegimos a última hora, después, al tener más tiempo para pensar le seguimos dando vueltas hasta que nos decidimos por CROMO. Pero tenemos claro que si hubiéramos tenido otra oportunidad seguramente nos llamaríamos de otra forma.


Habéis dado a entender que vuestra nueva grabación no tardará mucho. ¿Os ha cundido este período extraño de encierro y desescalada?
La verdad es que sí. Aunque más o menos teníamos los temas planteados y este tiempo nos ha servido para darle un poco de vueltas a lo que teníamos (cosa que no solemos hacer), también hemos estado en casa sacando cosillas nuevas y en la desescalada nos empezamos a juntar para ensayar, ya que este verano entramos a grabar.


¿Cómo se consigue hacer el punk más sencillo que de costumbre?
No teniendo una pandemia de por medio que te permita pensar y repensar las canciones que vas sacando.


Aún estamos en un período de incertidumbre y es complicado hablar de conciertos con certeza. No obstante, ¿os habéis planteado cómo y cuándo será vuestro regreso a los escenarios?
Tenemos muchas ganas de tocar la verdad, pero eso no depende de nosotrxs. Nos han propuesto un par de cosas muy guapas para después de verano, pero tal y como está todo ahora mismo, no tenemos muy claro qué va a pasar.


Sin contar en los que tocáis, ¿con qué bandas de vuestro entorno local o estilístico os identificáis más?
Nos identificamos sobre todo con las bandas o personas que se curran su proyecto y a las que les apasiona lo que hacen.


Habéis entrado recientemente a formar parte de la familia Grabaciones Vistabella. ¿En qué va a consistir exactamente esta unión?
Principalmente, en apoyarnos mutuamente. Echarnos un cable para crear una especie de red y poder darnos cobertura en ciertos aspectos en los que cada cual tiene más facilidades. Básicamente, nosotrxs seguimos haciendo lo que nos da la gana y ellxs nos echan una mano en lo que necesitemos.


Caravaca Power Pop: “El futuro son los festivales de autor”

Con las buenas sensaciones de su primera edición aún en la memoria, tenemos ya a la vuelta de la esquina la segunda entrega del festival Caravaca Power Pop, un evento centrado en el «Power Pop y aledaños», como indica su organizador y nuestro interlocutor de hoy, José Esteban Martínez-Iglesias (también líder del grupo Octubre). Nos vemos el 26 de octubre en Caravaca de la Cruz.


 

Hasta la llegada el año pasado de este Caravaca Power Pop, siempre habías soñado con organizar un festival. Ya son ganas de meterse en ‘fregaos’, ¿no?
Algunas veces pienso si no estaría mejor “callaico” y no estar siempre proponiendo y montando historias. Pero bueno, el mundo me ha hecho así.


Con esta segunda edición ya en el horizonte, ¿se están cumpliendo las expectativas respecto a lo que imaginaste que podría ser cuando se te ocurrió la idea de organizar un festival?
Pues la verdad es que sí. Yo diría que el festival ha superado las expectativas que teníamos en un principio. Ver el año pasado el recinto de los conciertos totalmente lleno fue una sorpresa y, a su vez, una gran satisfacción personal.


¿Cuánto tiempo pasó desde que tomaste la decisión hasta que se confirmó que se iba a celebrar?
Pues la primera edición se hizo esperar varios años. Más o menos cinco años desde que lo planteé hasta que el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz se decidió a apostar por el proyecto.


Ya lo has dicho en muchas ocasiones, pero creo que no está mal recordarlo: ¿Por qué apuestas por un formato de festival modesto y más o menos acotado estilísticamente?
A ver, lo de modesto es porque no hay más dinero. Si lo hubiera, que no te quede duda que, además de los que ya nos traemos, nos traíamos a grupos y solistas a los que ahora mismo, por presupuesto, no nos podemos ni acercar. Eso sí, todos estarían dentro de lo que denominamos Power Pop y aledaños. El acotamiento estilístico es porque creo sinceramente que el formato de festivales musicales genéricos está agotado. Ya son cientos de festivales por todo el país en el que, prácticamente, se repite el mismo cartel. Para mí, el futuro son los festivales de autor o de un estilo. Es decir, de un estilo de música más minoritario pero que hace que personas de toda España o, incluso, de varios países de Europa, se desplacen a este festival pues saben que lo que se van a encontrar es la música que les gusta.


Aunque habrá otras actividades paralelas repartidas a lo largo del día por diversos lugares de la ciudad, evidentemente el plato fuerte son los conciertos en la Ciudad Jardín, que en esta edición protagonizarán Airbag, La Granja, Feedbacks y Los Malinches. ¿Por qué estos cuatro concretamente?
Pues por muchas razones. La principal es porque nos gustan mucho y encajan muy bien estilísticamente con el espíritu del festival. Y si además se te ponen a tiro… ¿Tú las hubieras dejado pasar?


Entre las citadas actividades paralelas, destaca la presentación del libro de Pablo Carrero sobre los 25 años de existencia de su sello, Rock Indiana. Aparte de su carácter biográfico, no conocemos muchos datos sobre este libro, así que lo de Caravaca va a ser algo así como su “estreno mundial”, ¿no?
Sí. Totalmente. Cuando empecé a pensar en actividades culturales, lo primero que se me ocurrió fue llamar a Pablo, puesto que, conociéndolo, sabía que tendría algo pensado como un libro o una exposición por los 25 años de Rock Indiana y, efectivamente, estaba preparando un libro. Así que, en Caravaca, tendremos el estreno mundial de ‘Humildad y Paciencia’. Si llega a tiempo…


En cuanto a pinchadiscos, se ha ampliado la plantilla, habrá más pinchadas a lo largo del día y de la noche. Eso sí, repiten todos los del año pasado (Domingo No Surf, Teenarama Powerpop, Mod Sound Delegation Lorca, Jomi). A ver quién le dice a los susodichos que no desenfunden su arsenal de discos en un evento tan particular como este en nuestra región, ¿no?
Han querido repetir todos. Eso significa que no se lo pasarían tan mal, ¿no? Nosotros desde luego disfrutamos una barbaridad con sus sesiones y por eso hemos querido contar con ellos otra vez. Además, este año tenemos dos fichajes de lujo: Ángel Snap y Antonio Pérez Valcárcel, por lo que la diversión está, de nuevo, asegurada.


Aunque aún no ha llegado esta segunda edición, con las buenas sensaciones que dejó la primera, ¿es inevitable pensar en nombres que se han quedado en el tintero para próximos años? Y ya que estamos… ¿Y Octubre pa’ cuándo?
Muchísimos nombres se quedan. Por supuesto. Pero eso no es malo. Así se tiene ilusión en seguir trabajando para que haya más ediciones y, por fin, traerlos. En cuanto a Octubre… ya se verá. No será fácil.


Osezno: «Hacemos la música que nos sale de la tripas»

Hace un par de años, después de bastante tiempo sin encontrarnos, me crucé por la calle con Gregorio Ruiz. Sí, el de Screw Coco, el de Hoax, el de Clom… el de un mogollón de grupos desde mediados de los 90 hasta el día de hoy. Iba con prisa y no me pude parar, así que subí la escalera hacia la oficina preguntándome si (musicalmente) estaría haciendo algo. Tendría que habérmelo imaginado… Unos días después llegó el zarpazo, se estrenaba el videoclip de ‘Balas (de fuego y sal)’, el adelanto del primer disco de Osezno, su actual banda, que había pasado desapercibida para mí hasta entonces. Una gozada de álbum de sonido noventero, donde hay hueco para diversidad de etiquetas dentro del metal, que los ha empujado para patearse medio país durante estos dos últimos años. Este próximo viernes estarán actuando de nuevo en Murcia, compartiendo cartel con Virgen y Ella La Rabia, en la Sala Spectrum (anterior 12&medio), dentro de la programación de Microsonidos.



La conexión musical entre la Vega Baja y Murcia siempre ha dado buenos frutos, como muestra vuestra existencia. Creo que no es vuestro caso, pero se podría decir que la discoteca Metro ha sido un curioso epicentro para la creación de grupos de rock y metal en el sureste, ¿no?
Hola, Alfonso, cuánto tiempo, ¿no? Lo que comentas es cierto, siempre ha habido buenas bandas que han salido de la Vega Baja: Virgen, Una Vida, Zombies & Diamonds, Galgo, Lodo… con propuestas que se salen del circuito comercial y con una gran calidad musical y originalidad. En nuestro caso la conexión que tenemos con la discoteca Metro se limita a que ensayamos y que hemos grabado en Salas Delta con Juan (miembro de Virgen y de Zombies & diamonds) y se encuentran en el polígono industrial que hay al cruzar la carretera, justo enfrente.


A nivel personal, hace un tiempo que perdí la cuenta de grupos en los que te has involucrado, pero han sido muchos en los últimos 25 años. ¿Qué te aporta Osezno respecto a proyectos anteriores para mantenerte en la batalla?
Es cierto, ya sabes que me gusta mucho la música y no cabe duda de que estar involucrado en un proyecto musical es algo que me hace sentirme vivo, lo necesito como el respirar… Llevaba ya bastante tiempo un poco en el dique seco porque no encontraba nada que me llamara la atención desde el proyecto de electrónica 2 Rare People en el que estuve implicado. Digamos que me había acomodado y un día sentí la necesidad de intentar hacer algo vinculado con sonidos algo más extremos… Contacté con el germen de lo que sería Osezno más tarde y nos lanzamos a la composición de nuevos temas. Entre cambios de batería y demás nos llevó 3 años dar con la formación definitiva y entrar en estudio.


2018 fue un año intenso para Osezno, con más de 20 conciertos, gira con los británicos Feed The Rhino y reedición del disco por parte de Rock Estatal incluidos. Con el concierto del viernes comienza vuestra temporada de 2019. ¿Cómo se presenta este año? Tengo entendido que ya está en camino el relevo para vuestro disco homónimo…
Todo eso que comentas es cierto, desde febrero de 2017 hasta verano de 2018 ha sido un periodo de tiempo muy intenso, donde hemos aprendido y disfrutado mucho… Han sido en total más de 60 fechas que nos ha dado la posibilidad de visitar ciudades de España que hace 3 años ni nos hubiéramos planteado conocer. En realidad, la acogida que tuvo el disco fue muy buena tanto en medios como público y bandas que nos empezaron a llamar para hacer cosas con ellos. Nos pilló un poco por sorpresa, no porque no confiáramos en el proyecto sino porque en realidad no teníamos grandes pretensiones. Hemos ido alimentado a la bestia según venían los acontecimientos.
Este viernes, como bien dices, arrancamos 2019 y la nueva gira. El EP nuevo ya está listo para salir el día 1 de marzo, como lanzamiento oficial, y puedo adelantarte que se llamara ‘La Bestia’. Estamos cerrando fechas para presentarlo fuera de Murcia, pero tenemos muchas ganas de compartir escenario con Virgen y Ella La Rabia el viernes en la Sala Spectrum y de ver a todo el mundo por allí…


No sois unos zagales precisamente y en estos últimos tiempos se os ha visto participando en diversos concursos de bandas, ganando en varias ocasiones además. Desde mi punto de vista, llegados a un determinado punto de la trayectoria de una banda, con un calendario de conciertos medianamente ocupado, hay que tener muchas ganas de tocar sin parar para embarcarse en estas historias…
En Osezno existe un equilibrio respecto al tema de la edad que desde mi punto de vista es bastante interesante… Abel (guitarra) y yo, que somos más veteranos y estamos más curtidos en estas lides, intentamos aportar experiencia y constancia, mientras que Darío (bajo) y Víctor (batería) rondan los 25 y aportan ese punto de frescura y vitalidad que nos hace mucho bien.
Respecto a los concursos de bandas, fue una decisión que tomamos al inicio de la banda, como manera de curtirnos en el escenario y, cómo no, intentar conseguir algo más de notoriedad e ingresos extra para poder llevar a cabo el proyecto. En realidad ahora solo estamos por la labor de participar en aquellos que nos puedan aportar algo interesante y desde luego, que no dependan de ir mendigando votos por las redes sociales… salvo que sea estrictamente necesario y beneficioso para la banda.


En lo que a música se refiere, el metal es uno de los grandes olvidados en la prensa, sobre todo en los medios generalistas, pero también en los medios pequeños e independientes de corte ecléctico (nosotros asumimos nuestra parte de culpa). ¿Son necesarios hoy más que nunca, con la sobredosis de información y la inercia de las tendencias, los medios especializados en estilos como el vuestro? Quiero aprovechar este espacio para destacar y alabar la labor de los compañeros de Rock Culture en concreto, pero tengo la sensación de que en general Osezno ha recibido bastante apoyo desde estos. ¿Estoy en lo cierto?
El metal no está de moda y eso es una realidad… Es un tema complicado. Desde luego en medios generalistas nos podemos ir olvidando, pero sí que es cierto que hay pequeños bastiones repartidos por todo el país que intentan hacer lo que está en su mano para apoyar a las bandas simplemente porque les mueve la pasión por los sonidos no comerciales. A todos ellos siempre mil millones de gracias… Lo cierto es que uno de ellos es Rock Culture, la pasión y la dedicación que le pone Alfonso está fuera de toda duda y le estamos eternamente agradecidos por la difusión y el cariño con el que ha tratado a la banda, sobre todo desde la primera vez que nos vio en directo. Le respetamos y queremos profundamente, puede contar con nosotros para lo que le haga falta.


Lo de las etiquetas me da cada vez más pereza, así que no voy a entrar a desglosar la lista de las que os han adjudicado, pero sí creo que se puede establecer la década de los 90 como un eje alrededor del que gira principalmente vuestra música, aunque no exclusivamente. ¿Lo veis así vosotros? No tenéis miedo a que, en estos tiempos de querer petarlo todo el rato con la novedad, os acusen de anticuados, ¿verdad?
El tema de las etiquetas es lo de siempre… En nuestro caso, y medio de cachondeo, en una entrevista acuñamos nuestra propia etiqueta, Rockn´Core, y de manera divertida han sido muchos los medios que se han hecho eco de ella. Los 90 son importantes para nosotros, es indudable. Ya peinamos canas y nos desarrollamos musicalmente en esa década, tomando como punto de partida el sonido Seattle, pasando por el hardcore, como bien sabes (menudas veladas las de Cores & Danzas), hasta el metal y, por qué no, incluso el nu-metal o bandas de fusión como Faith No More. No digo que todo eso se vea plasmado en Osezno, pero sí que de alguna manera esta ahí a la hora de componer y hacer nuevos temas.
Respecto a lo de parecer anticuados no nos preocupa en absoluto, hacemos la música que nos sale de la tripas y cuando esto deje de ocurrir, pues sencillamente desapareceremos…


Nos vemos el viernes, ¿algo que añadir al respecto?
Darte las gracias por contar con nosotros para esta entrevista. Reiterar las ganas que tenemos de presentar los temas nuevos en Murcia y que nos haría mucha ilusión ver a la gente que hace mucho tiempo que no veo en la sala. Tenemos la ametralladora con la munición a rebosar y sabemos que nuestro directo no va a dejar indiferente a nadie.


Foto: Vic Soriano

Viva Belgrado: «La música es algo totalmente subjetivo y ligado a un contexto emocional»

Hace apenas 15 meses que, sin previo aviso, se publicó ‘Ulises’, el primer disco de Viva Belgrado con el sello Aloud Music. Desde entonces, más de 100 conciertos a sus espaldas y multitud de países visitados avalan la carrera de este cuarteto cordobés, convertido en rara avis de la escena musical estatal. A medio camino entre el screamo y el post rock, sin concesiones a la hora de crear su propuesta sonora, no han dejado de progresar, especialmente en este tramo más reciente, desde que comenzara su trayectoria hace unos seis años. Ahora les toca poner el broche a ‘Ulises’ y afrontar nuevos retos.


 

Habéis vuelto a sorprender con la imprevista publicación del single ‘Epílogo: La Cima’, un título bastante simbólico. ¿Por qué un single por separado? ¿Sentíais la necesidad de cerrar un ciclo o poner un punto y aparte, por decirlo de algún modo,
en vuestra trayectoria?
Una de las razones es esa, necesitábamos poner un punto y final a una época que ha sido intensa y, en ciertos sentidos, agotadora. Hemos hecho 102 conciertos en un año desde que salió ‘Ulises’, sin contar estos últimos de fin de gira que serán otros 24 como poco. Por otra parte creemos que la música y la forma de presentarla se está renovando, cosa totalmente necesaria, y están saliendo nuevas propuestas y formas de difusión, como por el ejemplo el tema de los videosingles. Esto se ha hecho más en otros estilos como el rap y no en el estilo en el que se nos encuadra, pero a nosotros nos parece interesante probar cosas nuevas y teníamos ganas de renovar nuestro propio discurso, en el que hasta ahora no nos habíamos preocupado mucho por la parte visual de la banda. Este es nuestro segundo videoclip en 6 años que llevamos como banda, siendo el primero el vídeo de ‘Annapurnas’ este mismo año.


Con ‘Ulises’ ya fuisteis a contracorriente, publicando sin anunciarlo antes, sin adelantos y escogiendo un mes algo complicado como es agosto. He leído un comentario vuestro al respecto, en el que creo que dais a entender que, desde vuestro punto de vista, determinadas formas de promoción acaban por perjudicar al disco y a su impacto en el oyente como conjunto, como obra completa. ¿Vivimos tiempos de excesiva ansia e inmediatez?
Sin duda la inmediatez es parte de nuestra sociedad, pero no lo vemos como algo negativo, al final somos animales que se adaptan como pueden al medio y con Internet se ha añadido una nueva variable de entorno que ha cambiado ciertos aspectos de nuestra forma de vida, igual que la implantación de la escuela, el horario de trabajo o con la misma agricultura. Hoy en día con la cantidad de información que se recibe a diario sentimos que no tiene sentido anunciar una fecha de salida con meses de antelación, seguramente a la semana ni te acuerdas porque en esos 7 días han salido singles nuevos de 20 grupos, 4 vídeos en directo de otros, 3 discos… y además al hacerlo de esa forma estás haciendo que la gente se crea unas expectativas que seguramente no concuerden con la realidad, y creemos que eso impacta negativamente al resultado. Se podría decir que somos reacios a todas las noticias en las que encaja un ‘stay tuned!’ al final. Concretamente con Ulises sentíamos que era algo que se tenía que consumir entero, es un disco pensado como tal, con un orden concreto, y no una colección de canciones.


La sensación es que Viva Belgrado está siempre en la carretera y, de momento, tenéis fechas de conciertos anunciadas hasta enero. Después de este “Epílogo” de Ulises, ¿ha llegado el momento de crear un nuevo disco? ¿Hasta qué punto, teniendo en cuenta vuestra prolificidad en directo, se puede avanzar en un nuevo trabajo sin hacer una larga pausa?
Al final lo más difícil es terminar ideas cuando estas moviéndote tanto. Nosotros no somos genios a los que les salen las cosas al vuelo en una tarde, así que para hacer canciones necesitamos un ordenador, y un sitio cómodo donde poder echar horas durante muchos días. Sin una pausa se puede avanzar en un trabajo en el sentido de que puedes sacar varios riffs, pequeñas ideas que podrían ser algo más, pero lo que nos cuesta tiempo a nosotros es concretar, y para eso sí que necesitamos e intentamos hacer pausas.


Destacabais la diferencia entre ‘Flores, Carne’ y ‘Ulises’, siendo el primero algo más improvisado (“una colección de las canciones que teníamos en ese momento”) y el segundo algo más estructurado y equilibrado, con un planteamiento previo claro antes de la grabación y publicación. Vistos los resultados, ¿será este último el camino a seguir en futuros trabajos?
Sí, pero no lo hacemos para forzar ciertos resultados, es porque a nosotros nos gusta el orden y la coherencia. No pensamos que sea una fórmula o que todo lo que hagamos vaya a ser igual, lo que sí sabemos es que todo lo que hacemos tiene que tener un sentido para nosotros, y eso es algo que se puede ver en Viva Belgrado que viene reflejado de nuestra forma de ser.


Imagino que volveréis a escoger a los hermanos García para ello, ¿no?
Puede ser, aunque nos gustaría trabajar con otras personas porque la producción es algo que nos apasiona cada vez más y a lo que le estamos empezando a dar más importancia. A Santi ya le conocemos, sabemos cómo trabaja y tenemos una idea en la cabeza de lo que puede ser el resultado, pero nos parece interesante probar otras formas de trabajo incluso con gente que suele trabajar en otros estilos, tanto por nosotros como músicos como por el resultado. Por ponerte un ejemplo, nos fliparía poder hacer algo con Will Yip, pero estamos a años luz de poder permitírnoslo.


En tiempos en los que se intenta acallar cualquier voz disonante y se pretende convertir la música en algo bastante inocuo, es destacable que hagáis hincapié, al hablar de vuestra banda y de vuestra forma de funcionar, en los valores y la filosofía de trabajo como algo vital. De hecho, esto es algo que os unió a Aloud Music en su día. ¿Cómo se sobrevive en el mundo de la música actual tratando de mantener la honestidad?
Por suerte esto es algo que está cambiando gracias a la gente joven y las redes sociales, y si las personas de otras generaciones, normalmente anteriores, dejaran de demonizarlas se darían cuenta. Ahora es la propia gente la que da voz a los artistas que muestran valores que les parecen interesantes, y esto es genial para bandas que hacen las cosas de otra forma. Ya no tenemos a un colectivo imponiéndonos en los medios a quién tenemos que escuchar, y esto hace que cualquiera pueda tener cabida. Nosotros somos gente joven e idealista, siempre buscamos ser honestos con la banda y con la imagen que da la propia banda, pero a veces se hace difícil y te tienes que comer el orgullo. Por ejemplo, a nosotros nunca nos ha gustado que la música esté ligada a marcas de alcohol y al mundo de la noche, y como te imaginarás esto es algo totalmente utópico hoy en día por como está construida esta industria. Si tú montas tu concierto lo puedes controlar en mayor o menor medida, pero si te surge la oportunidad de tocar en un Resurrection o un Primavera Sound, que como banda que quiere vivir de ello es casi necesario, y detrás te ponen un cartel de Jäger, tienes que joderte y encontrar un equilibrio para sentir que no estás haciendo algo malo. Siempre hemos intentado desmarcarnos de la típica imagen de banda de rock donde parece que tienes que ir de guay o de chulo, poner la pierna encima del monitor mientras tocas y miras a la gente poniendo cara de enfadado. Por supuesto respetamos a quien decide hacerlo, pero nosotros vemos que esto es lo que se espera por defecto y que se hace normalmente sin pensar, intentando emular una imagen de lo que has bebido a nivel musical, pero nosotros no somos así. Somos 4 chicos de los que ninguno fue el popular de la clase, no somos vergonzosos pero si un poco introvertidos, y eso no significa que no tengamos cabida en la música o lo hagamos peor. Ángel por ejemplo toca de espaldas y hacemos un círculo entre los 4 porque así es como nos gusta y nos sentimos cómodos, y esto es algo que se nos ha criticado muchas veces y no entendemos por qué alguien puede sentirse ofendido por eso.


Afirmáis que el artista y el músico deben estar al mismo nivel, algo que contrasta con las sobredosis de ego y la megalomanía que se pueden observar con frecuencia en el mundillo artístico. ¿Dónde se alcanza ese equilibrio?
Siendo honesto y no ser tan inocente de pensar que eres el mejor artista del mundo, hay muy pocas probabilidades de que sea así, primero porque la música es algo totalmente subjetivo y ligado a un contexto emocional e incluso histórico, y segundo porque el valor de algo se lo da el conjunto de personas, no el propio ‘objeto’ en sí. También es un hecho que el que hace algo le da más valor que alguien que lo ve desde fuera porque tiene más variables en consideración, sabe cuantas horas le ha costado hacerlo, todas las dificultades que se ha encontrado, y eso hace que su valor percibido suba, así que no nos parece raro que sea algo que se observa con frecuencia en este mundo.


Creo que en vuestra trayectoria, partiendo del DIY y la autogestión y sin alejaros nunca demasiado de esas raíces, habéis superado muchas barreras, además en poco tiempo, girando y publicando en multitud de países y llegando cada vez a más gente. Pero también decís que “el rock no deja de ser algo residual”. ¿Creéis que hay un tope insalvable para una propuesta musical como la vuestra?
Esto es algo de lo que quizá no éramos muy conscientes cuando empezamos, pero ahora lo sentimos 100% así. Para que una propuesta musical crezca tiene que haber gente que la escuche, y gente que haga grupos parecidos a esa propuesta para crear una escena entre todos, seguir llegando a más gente y hacer que cierto sonido se establezca en la normalidad. Nosotros muchas veces pensamos que lo que hacemos no es tan loco y no entendemos cómo puede haber gente que escucha grupos con guturales y que cuando nos escucha a nosotros le salta la alarma. Estamos seguros de que hay mucha gente a la que le podría gustar lo que hacemos, pero falta esa ‘escena’, más de grupos que de gente ahora mismo, para que lo que hacemos se considere ‘normal’, así que la barrera que ahora queremos romper es precisamente esa. Sería gracioso que un grupo como Viva Belgrado saliera en algún medio como Los 40, eso sí que sería romper una barrera que no ha roto nadie hasta ahora en España.


Viva Belgrado estará actuando en la Sala Rem de Murcia el próximo día 30 de noviembre junto a Munmira.


Josele Santiago: «El arte no tiene que seguir una agenda si el artista no quiere»

Josele es un tío que está de vuelta de todo, pero con la ilusión y la magia intactas. Poco vamos a contar nosotros de alguien cuyo grupo, Los Enemigos, lleva más de treinta años en la carretera y ha editado, además, cinco discos en solitario. Esta noche actúa en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia a partir de las 21 horas y nosotros llegamos por los pelos a publicar esta entrevista. Que hable el maestro.


 

El título de este disco lo asocias al mal, a un paisaje nada cómodo e incluso desagradable. Luego, prestando atención a las letras, todo empeora. Dejas claro que todo se va a la mierda y es irreversible. Es curioso que esta visión coincida con tu mejor momento a nivel personal. Igual era necesario y de otro modo no podrías haber parido Transilvania. ¿Lo ves así?
Pues no lo sé, no me lo he planteado nunca así. Simplemente voy escribiendo canciones y cuando encuentro que juntar una docena o así de ellas tiene sentido, aunque sea a un nivel intuitivo, las grabo. Además, el proceso de composición de un disco, al menos en mi caso, es lo suficientemente largo como para abarcar más de uno y más de dos momentos personales.


Dices que hay que cuestionarlo todo. ¿Crees que estamos más manipulados hoy en día que en otras épocas? ¿Somos más conformistas? ¿O es simplemente la misma historia siempre?
La historia se repite, eso es cierto, pero nunca ha habido tantos y tan sofisticados instrumentos ideales para manipular al personal como hoy en día.


¿Sigues firme en eso de que «la única responsabilidad que tiene el arte es conmover»? El siguiente paso debería ser concienciar. ¿Eso es imposible? ¿Siempre lo fue?
Yo sigo pensando que el arte no tiene que seguir una agenda si el artista no quiere. Otra cosa es como te posiciones en las entrevistas y las redes, ya que tienes esa oportunidad. Me encanta pescar versos en la realidad sociopolítica actual, es un magnífico caladero. Pero no me siento obligado a hacerlo. Es sólo que está ahí.


Estamos acostumbrados a ver músicos que, después de una larga trayectoria, se acomodan. En tu caso, sin embargo, siempre estás abierto a nuevas ideas. «Hay que ser consciente de que eres un eterno aprendiz y mantener la ilusión», reconoces incluso, y reivindicas que hay que echarle imaginación al asunto y no dejarlo todo al oficio. ¿En algún momento de tu carrera sentiste que te habías estancado?
Claro. Ocurre constantemente. Esa es precisamente la sensación que le empuja a uno a mover el culo, si se me permite la expresión.


En los discos de Josele Santiago siempre hay alguna/as canción que pensamos «esta podría estar en un disco de Los Enemigos». En este caso, nos pasa con «Prestao», por ejemplo. Cuando compones, ¿cómo vas mandando canciones al cajón de Josele o al de Los Enemigos? ¿Qué hace que una canción vaya a uno u otro?
En realidad no hago más distingos que los puramente musicales, si es que los hago. Quiero decir que si a una melodía le sienta bien un riff poderoso va directamente para Los Enemigos, pero hasta ahí hemos llegado. Intento centrarme en las letras y en las melodías, y el tema de si vestirlas de esta o de aquella manera viene después. La mayoría son intercambiables y depende más que nada del momento en que me pille.


Afirmas que lo importante es que las canciones resistan la prueba de la guitarra acústica. En los tiempos complicados que corren para la música en directo, se podría decir incluso que esto se ha convertido en algo casi imprescindible, ¿no?
Bueno, tampoco es tan imprescindible. Me encantan muchas canciones que son irreproducibles con una acústica. Sin embargo, es verdad que el formato folk cada día me gusta más. Me siento muy cómodo en ese terreno.


¿Cuáles son, en este sentido, las «trampas técnicas» que te permites en directo a la hora de interpretar tus canciones? O, mejor dicho, ¿cuáles son tus cacharros imprescindibles para subirte al escenario?
Ya ves, con una guitarra y una botella de agua me puedo apañar. Uso un modelo bastante raro de Martin, la Shenandoah, que es básicamente una dreadnought tipo D-35. En cuanto a las eléctricas, para Los Enemigos utilizo una Fender Telecaster y con mi banda prefiero las guitarras huecas con pastillas simples tipo P 90 como la Gibson 330 o la Duesenberg Hollow Body que llevo últimamente. Los amplis siempre Fender o similares, aunque me estoy planteando seriamente hacerme con un Vox AC30 o AC15. Ya veremos.


Pareces tener una estrecha relación con los productores y colaboradores de tus discos desde el inicio de tu carrera en solitario. Pese a que siempre mantienen tu sello inconfundible en giros melódicos, letras y demás, ¿cuál es la parte más permeable de Josele Santiago a la hora de afrontar un proceso de grabación?¿En qué te ha logrado meter más mano Raúl Refree en este disco?
Raül es un fenómeno, pero yo soy bastante estrecha, sabes. Es broma, hacía tiempo que estaba planteándome trabajar con sintetizadores y ahora que por fin estábamos trabajando juntos (hace ya más de diez años que nos lo planteamos) pensé que había llegado el momento. Sacó un montón de cacharros de los armarios de su estudio, pero no le dejé usarlos todos. La aportación de Raül ha sido fantástica a nivel de arreglos, que los hemos discutido mucho, y sobre todo en cuanto al sonido general del disco, donde le dejado hacer más entre otras cosas porque yo estoy sordo como una tapia. Ha conseguido una profundidad y un equilibrio acojonantes.


¿Por qué crees que debemos seguir a Xarim Aresté? Solo se te escuchan elogios para su música.
Bueno, me limito a recomendarlo. Escribe unas canciones maravillosas y sabe cómo interpretarlas. Realmente, Xarím Aresté es uno de los artistas más interesantes con los que yo me haya topado nunca.


Los escándalos de la SGAE «ayudan» a que cada vez más bandas y artistas opten por la autoedición de sus discos, libres de derechos, además. Hablamos de discos grabados en estudios profesionales y con una calidad evidente, no maquetas). Parece que es una realidad ya (e irá a más en el futuro) pero no tienen hueco aún en la prensa especializada, salvo excepciones. ¿Cuándo empezarán los medios a prestar atención a la autoedición? ¿Crees que se puede dar o el poder de las multis (incluso las independientes) hará que estos trabajos siempre permanezcan en el underground?
Las multinacionales y la música hecha por el simple placer de hacerla, con paciencia y dedicación, hace ya tiempo que transitan por caminos diferentes. Las excepciones, que las sigue habiendo, son cada vez menos.


Entrevista realizada junto a Romu López y Víctor Martínez para Tímpanos y Luciérnagas.

Satarra Festival: ‘Diecinueve horas de fiesta’.

Benidorm tiene el Fuzzville y el Funtastic. Valencia el Surforama y el Wáchina Wáchina… «¿Y en Murcia qué?», debieron pensar nuestros protagonistas de hoy. Así que, en vez de esperar a que alguien se decidiera a organizar algo así en nuestra región, después de muchos años pateando conciertos y festivales por todo el Levante español, se liaron la manta a la cabeza y decidieron crear ellos mismos el primer festival murciano de garaje, rock y punk: ¡El Satarra! ¡Desmadre asegurado!

Los que formáis la cúpula de este Satarra sois asistentes habituales de festivales y conciertos de punk y garaje, especialmente en el Levante español. ¿Qué os lleva a dar el paso al otro lado y convertiros en organizadores de un festival?
La idea de esto nació en Valencia, en un festival llamado Wáchina Wáchina, el cual organizan parte de Los Glurps. Simplemente queríamos hacer algo parecido en nuestra zona y el equipo del Garaje Beat Club suplió nuestra falta de experiencia en estos asuntos.


El cartel del festival es una nueva virguería del maestro Nasty Franky. Es de esas decisiones que caen por su propio peso, ¿no?
Ni dudamos en que fuera Nasty Franky, lo conocemos desde que abrió el Trémolo por sus carteles y sabíamos que su estilo era lo que pedía el Satarra.


En un festival de estas características supongo que todos los grupos del cartel tienen un peso más o menos equilibrado para vosotros como organizadores. No obstante, ¿hay alguno con el que os haga especial ilusión contar? ¿Cuál fue el primer grupo a por el que fuisteis una vez tomada la decisión de crear este Satarra?
Todos nos hacen mucha ilusión. Los Galleta por ser de aquí, los Come por la estrecha relación que tenemos desde hace un año, La Moto de Fernan porque no han venido nunca a Murcia y son la caña… pero todos y cada uno por lo fácil que nos lo han puesto para que esto pueda salir adelante. Quizás el primer grupo en el que pensamos fueran Los Chicos, en ese momento los veíamos muy a menudo. Cuando realmente la fiesta pasó de proyecto a realidad el cartel fue saliendo solo, tirando de grupos de amigos y conocidos.


Aunque estaba previsto que la fiesta empezara a partir de las 17 horas, horario de apertura previsto en la sala Garaje Beat, habéis sorprendido en estos últimos días con el anuncio de una prefiesta a la hora del aperitivo en el Bar Las Morcillas, con la actuación de Dead Elvis and His One Mane Grave. Como diría Matías Prats, ¿pero esto qué es? ¿Se os quedaba corta la fiesta?
Efectivamente, se nos quedaba corta. Habíamos pensado en quedar para almorzar el día del festival, nos ofrecieron a Dead Elvis and His One Mane Grave y poco a poco la pelota se ha hecho más grande. Incluso puede que haya alguna sorpresa más en Las Morcillas.


 

Fue la última confirmación, pero creo que desde el primer momento había idea de incluir un cabeza de cartel internacional. En ese aspecto, supongo que con cierta contención, se percibe que hay ambición por convertir el Satarra en algo grande. Al final, de la mano de Folc Records, cayeron Powersolo, que estarán de gira por la península. Se podría decir que los astros se alinearon bien, ¿no?
Al principio no había ninguna intención de traer un grupo internacional, en realidad. Ni de que nos fuéramos a diecinueve horas de fiesta. Pero Gerardo (Folc Records, Los Chicos) nos ofreció una banda que finalmente no pudimos cerrar. A partir de ese momento, un grupo internacional no podía faltar en el cartel, y con la ayuda del Turista y de Gerardo seguimos buscando hasta que finalmente se cerró con los Powersolo.


¿Hay alguna banda que se os haya escapado por poco para este debut y que tengáis ya entre ceja y ceja para una futura edición?
Entre ceja y ceja para la próxima edición no hay ninguna banda, pero sí que, con el cartel cerrado, pensamos en otras bandas que nos hubiese gustado tener. Si no nos arruinamos, no descartamos que algunas de ellas estén en una próxima edición.


Entre los djs encontramos algunos nombres habituales de las pinchadas levantinas, pero también alguna que otra sorpresa. ¿Hay algo que queráis contar sobre esta parte del cartel?
Tener al Turista capitaneando los platos para una primera edición es un lujazo. Domingo, el Pharaón y Danielo77 son amiguetes que no podían faltar. Los Odioalosglurps son una excentricidad de los muy grandes Les Ton Ton Macoutes. Y Maldita y Nereida van a debutar, como nosotros. Muchos se han quedado fuera, pero muy a nuestro pesar, el Garaje a las 7 dice que cierra…


Por último, pero no menos importante: presentáis esta primera edición del festival, ya de antemano, como “el mayor desmadre jamás visto a este lado del Río Segura”. Vamos, que no hay festival de garaje que se precie sin su buena dosis de crapulismo, ¿no?
La finalidad de todo esto es que los asistentes suden y que los grupos disfruten… ¡y para eso es fundamental el crapulismo!


Alfonso Alfonso (Schwarz): «La nación subterránea es la de aquellos cuya voz intenta ser acallada»

En estos tiempos de consumo rápido y búsqueda de lo fácil, todo reconocimiento será siempre poco para todo un estandarte de la disidencia musical y el rock de riesgo como Schwarz. La banda murciana alcanza los diecinueve años en activo y, tras cuatro años de vacío, publica «Nación subterránea» (Goecia / Verlag, 2016), su noveno disco, insólito y espléndido, en el que Alfonso Alfonso, Juanma Martínez y compañía siguen haciendo cara a lo establecido, ajenos a lo convencional y a las voces dominantes. Larga vida a la nación subterránea.


 

Quizás estés harto de explicarlo, pero es un punto de partida inevitable: aparte de un homenaje a Julian Cope, ¿qué idea hay detrás de Nación subterránea?
La nación subterránea es la nación de lo que en política se llama disidentes y en religión herejes, y cuya voz intenta ser acallada por el pensamiento dominante y la dictadura de la mayoría, lo que es imposible porque esa voz resuena potente en el subsuelo. En cierto sentido y con los matices que se quieran, es la nación cuya historia glosó Greil Marcus en «Rastros de carmín».


En un momento en el que en la música casi todo tiende hacia caminos muy marcados, Schwarz parecéis cómodos en el underground, siguiendo un camino alternativo “a sangre y fuego”, y entregáis un disco “dirigido a la tribu subterránea”, más electrónico, más oscuro, más tribal… ¿Tendría razón de ser Schwarz si no escogiera caminar siempre por la senda complicada?
Se puede escoger el camino, pero no el destino, que es la verdad, musical o de cualquier otro tipo, pero la verdad. Y el camino que, en nuestro caso, nos lleva más directamente a esa verdad es este.


Desde nuestra perspectiva, siempre habéis estado bastante bien valorados en nuestra región por los medios y bien considerados por otros músicos. Sin embargo, dices que no hay bandas aquí de generaciones posteriores que se fijen en vosotros como ejemplo a seguir. ¿Por qué?
La respuesta está clara: a todo el mundo le gusta mirarse en el espejo del éxito y nosotros no lo tenemos. Aunque lo del éxito es relativo. Acabamos de publicar nuestro noveno disco, eso para mí ya es un éxito, aunque para personas más ambiciosas pueda parece un logro insignificante. Pero es cierto que estamos bien considerados aquí, especialmente entre los músicos. En cierto sentido nos hemos convertido en un grupo que gusta a los músicos y que el resto ignora.


Uno de los elementos de peso en este nuevo disco es la percusión, instrumentos como congas o güiros establecen un equilibrio en vuestras canciones con el cada vez mayor protagonismo de la electrónica y, en general, con los “germanismos” con los que siempre se os ha relacionado. ¿A qué se debe este nuevo toque “latino”?
A nivel superficial, a una voluntad consciente de acercarnos a sonoridades más acordes con nuestra cultura. A un nivel más profundo, a potenciar el sentimiento tribal que en cierto modo subyace a la idea de nación subterránea. Y a nivel lúdico, que también es importante, a que yo siempre he sido aficionado al bolero.


Cuando hablas de electrónica, haces hincapié en que su uso en las canciones no debe ser una “coartada moderna”. ¿Podrías desarrollar esta idea?
Es una idea que expuse a principios de los 2000 en una época en que multitud de grupos de pop estaban añadiendo arreglos electrónicos como una coartada moderna, ya que entonces la electrónica era lo más. Sin embargo, sus canciones seguían siendo lo de siempre, la electrónica no era más que cosmética que no tenía otra función que embellecer o, mejor, modernizar. Para mí, la electrónica dentro de un contexto pop (o rock, para mí es lo mismo, música popular) tiene que tener una función fundamental, tiene que ser algo sin lo cual la canción no funciona, o más aún, ni siquiera existe. Eso de que una buena canción tiene que poder ser tocada sólo con una acústica es una gran gilipollez. Es reducir la música a la melodía, y afortunadamente la música es mucho más que melodía.


Otra de las novedades de este disco es la incorporación de Fran del Valle (Perro) a la batería. Quizás para alguien que no conozca a Fran y no haya conversado con él sobre música no entienda a priori lo idóneo que es para Schwarz, ¿no?
Entiendo que lo dices porque lo conoces. Efectivamente, Fran es el batería idóneo para Schwarz en este momento, tanto por su forma de tocar como, sobre todo, por su amplitud de miras, que es algo fundamental para tocar en esta banda. De hecho, fue el primer batería en el que pensé para esta nueva etapa, aunque curiosa y significativamente (las casualidades no existen) fue él quien dio el primer paso.


De las percusiones en el disco se encarga Miguel Ángel Orengo, que se incorpora también a la banda en directo. Además, al menos en la cita de Murcia (17 de diciembre), contaréis con Raúl Frutos (Crudo Pimento). Estamos deseosos de ver cómo funciona en directo este engranaje. ¿Cómo surge esta colaboración?
Con Orengo viene de lejos, ya que estuvo a punto de ser el percusionista en el primer concierto que dimos, hace dieciocho años, en la sala Colors como teloneros de Manta Ray. Llegamos incluso a hacer varios ensayos pero al final él no pudo tocar y han pasado dieciocho años hasta que ha vuelto a surgir la ocasión. En cuanto a Raúl, la idea de incorporarlo partió de Fran, ya que sus otras bandas respectivas, Perro y Crudo Pimento, comparten o compartían discográfica. En todas los conciertos donde nos sea posible logística y financieramente vendrán los dos, pero en la mayoría de salas pequeñas sólo contaremos con uno de ellos para esta gira.


Aunque con la colaboración de Verlag, “Nación subterránea” está editado por Goecia, sello creado para la autoedición de los discos de Schwarz. ¿Os habéis planteado dar cobijo en el sello en un futuro a otras bandas para tratar de contribuir a que se abra el abanico de lo que consideráis músicas interesantes o vuestra experiencia pasada os tira para atrás a la hora de embarcaros en una faena así?
Absolutamente lo segundo. Salí muy escaldado de mi experiencia en Sandwich Records, y, aunque hoy día no cometería los errores que cometí en su momento, cometería otros. Tengo cierto criterio para seleccionar bandas, pero dirigir un sello es mucho más que eso, y en ese «mucho más» soy una nulidad.


Para terminar, aunque sabemos de tu escaso gusto por la «oficialidad» de la música murciana y aunque suene un poco a Lonely Planet, ¿podrías hacernos una pequeña guía de esa parte de la «nación subterránea” que reside en Murcia?
Pues no voy a dar nombres porque la injusticia de las listas es toda la gente que se queda fuera, pero, teniendo en cuenta el criterio expresado en la primera respuesta, cualquiera puede elaborar su propia guía. Y aclaro que esa no es una guía exclusivamente de bandas, locales, asociaciones o radios, sino, básicamente, una guía de individuos.


Entrevista realizada junto a Romu López, Víctor Martínez y Antonio Ayora para Tímpanos y Luciérnagas.

Entrevista: Reverendo Vinny, cavernícola yeyé

Vicente Navarro, alias Vinny, es de esos personajes que toda escena musical de una ciudad necesita. Deslenguado, dicharachero y algo cafre en lo personal, una enciclopedia en lo musical, moviéndose desde el rock and roll clásico hasta el metal extremo sin complejo alguno. Este fin de semana le toca hacer doblete en directo, el viernes con Vince & The Rhythm Keepers en Alicante (Ocho y medio) y el sábado con Galleta Piluda en Murcia (12&medio). Así que he aprovechado la ocasión para hacerle una entrevista totalmente improvisada y sin previo aviso, intercambiando preguntas pensadas y lanzadas sobre la marcha con sus siempre imprevisibles respuestas. Advierto, puede que tras su lectura acabes con los ojos haciéndote chiribitas como a Marujita. A mí me pasó.

 


¿Qué invento es ese de Vince & The Rhythm Keepers?
Es una invento de Juanfra, uno de los C’mon Baby Dj’s, y no es otra cosa que unos cuantos amigos tocando rock and roll a la vieja usanza, con mucho nervio y mucha sangre.

 

¿Se puede saber quiénes son esos amigos y de dónde vienen?
Pues digamos que desde La Orilla del Azarbe hasta Mula, pasando por Murcia. Está Juanfra a la guitarra solista, con un estilo muy cincuentero y con muchos matices sesenteros. Jesús «Col» actualmente es el bajista de Mez-k y ha querido probarse en las lides del rockabilly y además con contrabajo. Gaby es el batería y nuestro motor personal, viene desde Elche a ensayar religiosamente, un old school rocker con alguna vena punkarra en su cuerpo. Luis, guitarra rítmica, el encargado de meternos fuego en el cuerpo con sus contoneos entre Elvis y Peret. Y luego yo mismo, que ya me conocéis de sobra.

 

¿Tenéis intención de persistir o vais a montároslo en plan fugaz?
Tenemos intención de ser los últimos supervivientes del rock and roll. Cuando el mundo llegue a su fin y sólo queden reguetoneros y fans de Pablo Alborán, siempre podrás venir a vernos y sudar sangre con nosotros. Vamos, que sí, que esto es sólo el comienzo, queda mucho, pero mucho.

 

O sea, que no sólo los alicantinos van a poder disfrutar en directo de vuestro rock and roll «nervioso». ¿Podemos saber ya alguna fecha más? O las intenciones al menos…
Lo del viernes es una pequeña excursión a Alicante para hacer un poco de rodaje. La semana que viene, el 25 de marzo, viernes, haremos una presentación (no oficial) en el M’ko Leather Festival, que se celebra los días 25 y 26 de marzo en el Garage Beat de Murcia. Luego pararemos de tocar, por lo menos hasta el verano, por exámenes del personal y para montar nuevas canciones, originales y alguna versión.

 

Bien resumido, os seguiremos la pista. Pero no nos quedamos aquí, que este fin de semana te toca doblete. El sábado estarás con Galleta Piluda junto a Los Bengala en Microsonidos (12&medio). No es que os dejéis ver mucho tocando en nuestra ciudad, ¿es por no haceros pesados o no es por falta de ganas?
Bueno, ya nos gustaría tocar más en Murcia, pero a veces se nos hace un poco difícil. No sé, quizá somos demasiado eclécticos y estrafalarios para un público que prefiere rancias versiones de lo de siempre. Aunque no será porque no se mueve la escena «freak» murciana. Nos falta un festival «underground» en condiciones. Pero nos encanta tocar en Murcia, dónde mejor que con los amigos y en familia…

 

 

Un grupo como el vuestro, con tan solo un Ep publicado, puede ser una pequeña incógnita en directo para aquellos que, como es mi caso, no os han visto aún en concierto. ¿Con qué se sustenta el directo de Galleta Piluda más allá de vuestro (estupendo) EP?
Eso no se puede decir con palabras, hay que ir a verlo porque nunca hacemos dos conciertos iguales. Podemos ensayar siempre lo mismo, pero el día del concierto yo no sé qué se le va a ocurrir al Charro Guacamolo y él no sabe qué disparates voy a hacer yo en escena. Eso sí, prometo y garantizo que al final del concierto habrá como una especie de antes y después en tu vida musical.

 

Sois un dúo, algo que ha pasado de ser bastante extraño a algo extendido, incluso hay un festival dedicado exclusivamente a dúos en Zaragoza, de donde vienen vuestros compañeros de cartel del sábado, Los Bengala. ¿Se ha convertido en una moda o es una cuestión de operatividad y supervivencia en estos tiempos en que la cosa está muy mala?
Pues no sabría decirte exactamente, es que soy cortico y no pienso mucho las cosas. Pero te podría decir que llegó un momento en que, tanto Alberto como yo, nos cansamos de nuestras diferentes bandas, por lo que sea, y decidimos hacer este «experimento». No lo pensamos mucho, simplemente decidimos juntarnos y hacer lo que de verdad nos gusta y sabemos hacer, el cavernícola yeyé. Además, teníamos una idea muy clara de lo que queríamos, «hacer música para que la gente vomite, pero con elegancia», jajajaja. Una especie de leitmotiv piludo. Luego está Vintage Paul, que toca la batería con Los Granadians y además nos hace los vídeos, ha grabado los que serán nuestros próximos trabajos en vinilo y se ha unido al directo de Galleta Piluda con su sección de congas y timbales, con lo que de dúo ya queda poco. Aunque por motivos de trabajo con Los Granadians no puede venir a todos los directos, nos aporta unos propergoles de potencia que se nota y bastante.

 

De Galleta Piluda podemos decir a bote pronto que es garaje y psicodelia, entre otras cosas, pero individualmente, como músicos y djs, lleváis años demostrando que sois prescriptores musicales de amplio espectro. ¿Qué cabe en la olla musical de Galleta Piluda?
De todo y un poco más. Como grupo tenemos un gusto por lo antiguo, que para nosotros es lo moderno, casi siempre enmarcado en los 60, pero mirando para todas partes. Como individuos, la cosa se dispara, desde bossanova a ópera, mucha psicodelia (eso siempre), blues añejo, rapsodias húngaras, polkas bávaras… Vamos, un poco de cada casa. Quizá yo soy el más viejuno y no sólo por la edad, pero es que desde niño he tenido ese gusto por lo antiguo, que siempre me ha satisfecho más que lo moderno y el Charro, que es un buscador de música infatigable, mira hacia grupos de ahora, pero por supuesto con sabor retro, vintage o como queráis llamarlo.

 

En Tímpanos y Luciérnagas tocasteis una versión de Los Fantasmas, banda argentina totalmente desconocida para mí hasta entonces, que me puso «la gallina en piel». Sois dos grandes reivindicadores de la música latinoamericana. Más allá del rock argentino más accesible y algún caso como Los Saicos, ¿es Latinoamérica una gran olvidada en la historia del rock?
Totalmente, gracias a internet, esa herramienta diabolica, a recopilatorios como Back to Perú, entre otros, o a nuestro colega y amigo Rolando Bruno, natural de Buenos Aires, hemos descubierto una riqueza musical latina, hasta ahora, casi desconocida. Por un lado me jode, porque durante muchos años nos han metido lo anglosajón casi a la fuerza, cuando teníamos unos grupos desde Argentina hasta México que no tienen nada que envidiar a estas bandas. Agradecido estoy por haber aprendido lo que sé sobre el rock and roll estadounidense y la psicodelia británica, entre muchos, pero también me hubiera gustado saber algo de Pop Music Team de México, que telonearon a The Doors en su gira mexicana, Los Dug’ dugs, adalides del mejor psy hard rock latino o como ya mencionaste, a Los Fantasmas de Argentina.

 

Ya que hemos hablado de prescripción musical, como buenos melómanos, ambos lleváis ya tiempo dando el callo a base de programas de radio independiente y sin ánimo de lucro. El Charro Guacamolo con Incienso y Menta y en tu caso, con una sucesión de programas y de páginas de Facebook de disfrute musical que es difícil seguirte el ritmo. ¿En qué andas ahora mismo involucrado en este sentido?
Ahora mismo llevo un par de páginas dedicadas a la música en Facebook. Una, que ya lleva casi 7 años en marcha y que se llama Murcia YeYé, que en un principio iba a estar dedicada a descubrir grupos murcianos de los 60, nuestros pioneros musicales, pero actualmente abarca todos los países. Otra dedicada a buscar material raro y difícil de encontrar de Les Luthiers, una de mis pasiones y fuente de inspiración. Además hago radio en podcast: Diario Musical 72, un programa de entrevistas y actuaciones en directo, grabado con los instrumentos más rudimentarios de los que dispongo, así logro un sabor añejo pero audible; y Planetazz Mutantezz, con programas muy variados, dedicados a las películas de moteros de los 60 o a la música «mafiosa». Como buen Aries, empiezo mil cosas. Lo difícil es que las siga luego, ya que carezco del don de la perseverancia, el cual adquiriré el jueves en el mercado a unos gitanos de Santomera. Nada lo hago por afán de lucro, sólo el de descubrir y disfrutar de la música en todos sus aspectos.

 

Y por último, pero no por ello menos importante, ¿se subirá el sábado Antonio de El Albergue al escenario para gritar aquello de ¡Galletas surferas!?
¡Por favor, sí! A ver si se anima, es el mejor piludo de la historia mundial y para nosotros seria un honor tenerlo en escena.

 

Toundra: «Nuestra música se transmite igual a alguien de Granada que de Oslo»

Toundra es una de esas bandas que uno ve con regocijo cómo progresan profesionalmente, dando un paso adelante con cada nuevo trabajo, convirtiendo algo que podría considerarse como un hándicap, ser una banda instrumental, en una oportunidad y llegando cada vez a más gente. Es por ello que, desde que empecé a escuchar su música con asiduidad, con su segundo álbum, mantengo la costumbre de hacerles al menos una entrevista con cada nuevo disco. Aún no les había hecho una tras la publicación de IV, así que he aprovechado que visitan Alicante y Murcia este fin de semana para cumplir con la tradición.

 

 

Hacéis rock instrumental, pero rehusáis usar el término post rock para vuestra música. ¿Pensáis que os perjudica que se os encasille dentro de una etiqueta determinada?
Esteban: No es que nos perjudique o no. Nunca hemos hecho música para copiar a ciertas bandas anglosajonas y realizar un ejercicio de estilo. Nos gusta tocar por encima de todo y nos juntamos para crear algo propio. Así que nunca hemos querido limitarnos en ningún sentido, empezando por el estilístico. Aún así, no nos molesta ninguna etiqueta. Si nos ayuda de alguna manera, siempre nos vendrá bien.

 

En anteriores entrevistas, tanto con (II) como con III, hablabais de una cohesión entre las canciones, de una inspiración común, de un nexo entre los títulos. ¿Mantenéis la costumbre con este IV?
Esteban: Sí, y creo que lo hemos hecho más que nunca. Hemos querido dar un paso más allá. Somos fanáticos del Animals de Pink Floyd y ha sido una gran influencia. Hablamos de cómo el ser humano ha destruido el planeta sin tener en cuenta a los demás. Queríamos reflejar nuestro disgusto con esa soberbia.

 

Con anteriores trabajos ya habíais realizado incursiones en mercados internacionales, pero ha sido ahora con el fichaje por Superball/Century cuando habéis dado el salto definitivo. ¿Creéis que os favorece, por ejemplo, ser una banda instrumental para abordar mercados internacionales? Por cierto, ¿qué tal la acogida del público en las ciudades en las que os habéis estrenado durante la pasada gira europea?
Esteban: No tener ni voz ni idioma es una ventaja a la hora de exportar nuestra música. Siempre lo hemos pensado y creo que cada día es más cierto. Nuestra música se transmite igual a alguien de Granada que de Oslo, de la misma manera. Y eso es gracias a que no hay ni acentos, ni idiomas ni tan siquiera un mensaje cerrado. Por ello la acogida ha sido muy muy buena, la verdad. Pero tenemos que seguir trabajando para seguir creciendo un poco más.

 

Ya sea dentro o fuera de nuestras fronteras, algo evidente es que no paráis de girar. Tanto tiempo en la carretera, ¿no os da miedo que eso pase factura en el futuro, os domine la autopista y acabéis como el cantante de Obús de reality en reality?
Alberto: Lo veo complicado, porque es un mundo que no conozco demasiado y que se me antoja violento e incómodo. Y la tranquilidad de la furgoneta es totalmente opuesta a un plató, me temo. De giras no creo que me canse nunca.

 

Vivimos tiempos raros, dominados por las redes sociales, en los que son continuas las polémicas, sin necesidad de tratar temas habituales como política o fútbol. La propia música es protagonista de muchas de ellas, el indie, los festivales, el crowdfunding… No os voy a pedir que toméis partido en ningún caso concreto, pero sí me gustaría saber si hay alguna práctica habitual en el panorama musical actual de la que, como banda, os neguéis a formar parte.
Alberto: Nos hemos negado a salir en anuncios de productos bancarios. Muy absurdo, pero esa oferta existió. Cualquier cosa que no esté relacionada estrechamente con la música no nos interesa. Respetamos que la gente busque formas de financiarse o promocionarse a través de otros canales, pero no es un mundo hecho para nosotros. Lo nuestro es ir tirando de giras, conciertos, entrevistas y cosas nuevas pero 100% iniciativa nuestra como lo del podcast.

 

El tiempo y vuestra progresión profesional os ha llevado a escenarios de eventos de lo más diverso, con un público de lo más variopinto. De uno de estos llegué a ver una crítica a vuestra puesta en escena bastante peculiar… y despistada. ¿Habéis conseguido ya que los imprevistos sobre el escenario se solucionen solos, como buenos profesionales, o aún seguís necesitando tener por allí dando vuelta a dos tipos de pasado hardcoreta?
Esteban: Nos gusta llevar a nuestros amigos a nuestros conciertos desde que empezamos. Compartir lo más importante de nuestras vidas con los más importantes de nuestras vidas es lo que le da sentido a todo esto. Además, si son David de Trono de Sangre o Alberto (de Astoria Records, la primera persona que confió en nosotros) estamos encantados porque nos ayudan con el backline. Tocar en ciertos festivales donde nunca hemos estado supuestos para tocar tiene estas cosas: no todo el mundo puede ni tiene por qué entendernos.

 

Se supone que ahora formáis parte de una familia digamos “más grande”, pero venís de un entorno más “casero”, de sellos como Astoria o Aloud, y creo que realmente no habéis perdido esa esencia underground ni os habéis alejado de ese entorno mencionado. Así que, ¿por qué no aprovecháis para hacer unas cuantas recomendaciones de bandas en esta línea a los lectores?
Esteban: No pertenecemos a nada, a nadie, ni somos nada. Somos nosotros mismos que es mucho más y mucho mejor que cualquier otra cosa y estoy seguro de que tú opinas igual. Recomendaciones: Trono de Sangre, Adrift, Isasa, Bullitt, Nueva Vulcano, Joan Colomo y todo lo que diga Amalio Varela en Feiticeira.org

 

En cierto modo se puede decir que ya lo estáis haciendo a través de vuestro recién estrenado podcast. ¿De dónde surge esta idea y qué intenciones tenéis exactamente con este?
Esteban: Surge de realizar un programa en Radio 3 donde ni Alberto ni Álex pudieron venir. Así que decidimos hacer nuestro programa. Alberto ha sido el gran impulsor de este podcast, ya que escucha muchos grupos y de diferente índole en su trabajo. Simplemente queremos pasarlo bien, que al final es de lo que trata todo esto.

 

Llegado a este punto, ¿no creéis que hubiera sido mejor que hiciera un corta y pega de lo mejor de vuestra cuenta en Ask.fm?
Esteban: No lo sé, no he contestado aún a nada en el Ask.fm. El resto del grupo lo hace y lo hace por lo visto muy bien, porque todo el mundo lo comenta. Yo soy demasiado antiguo para esas cosas ya…

 
Viernes 22 de mayo @ Alicante, Sala Stereo, w/ MKM
Sábado 23 de mayo @ Murcia, Sala REM, w/ Galgo
 
Además: Cinco versiones que podría tocar Toundra y no te lo imaginas (o sí)