«Decyde Cultura», para IV Foro Decyde 2013 #Decyde2013

Los pasados 2 y 3 de octubre se celebró en el Monasterio de Los Jerónimos, en el Campus de la UCAM, el IV Foro Decyde #Decyde2013, un encuentro para el debate y el diálogo en busca de nuevas ideas para el desarrollo empresarial de los sectores de Cultura y Deporte. Me pidieron que escribiera unas palabras relacionadas con la Mesa nº 4, «Nuevos caminos en la Cultura», dedicada a temas como crowdfunding, mecenazgo, profesionalización y nuevos medios de comunicación y difusión. La mesa estuvo moderada por Lola Gracia, periodista cultural y colaboradora en La Verdad de Murcia y en la misma participaron como ponentes María Teresa Marín Torres (Directora del Museo Salzillo de Murcia), Antonio Martínez (Director Gerente del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes de la Región de Murcia), Fernando Zaplana (CEO en Vía Asesores, Director de Foro Decyde y autor de Manual de Fiscalidad Deportiva y de ONL… y sí, mi hermano) y Ángel Carrillo (Orquesta Sinfónica de la UCAM). Lo que se me ocurrió fue lo siguiente:

 

 

Artículo publicado el 1 de octubre de 2013 en la web de Foro Decyde:


En el actual contexto de crisis económica, en el que el sector cultural se ha visto afectado en un corto periodo de tiempo por una sucesión de contratiempos, entre los que podemos destacar el recorte o incluso la desaparición de las ayudas públicas – de las que en muchas ocasiones ha dependido sin otra opción -, la demoledora subida de IVA o la disminución del poder adquisitivo de su público potencial, surge una imperante necesidad de buscar nuevas vías tanto en la financiación como en la difusión de los productos culturales, que propicien la viabilidad de estos a medio y largo plazo e incluso la propia subsistencia desde un punto de vista profesional (que no artístico) del sector.

 

En lo relativo a la financiación, hemos sido testigos en los últimos años de la proliferación de plataformas de crowdfunding (micromecenazgo) en Internet, que sirven como soporte para la financiación de determinadas iniciativas culturales y artísticas privadas y en la mayoría de los casos de bajo presupuesto a través de las aportaciones directas de los propios consumidores. Sin embargo, la propia naturaleza de este sistema limita las posibilidades de extrapolarlo, salvo contadas excepciones, a proyectos que requieran mayor certidumbre, inmediatez o cierta regularidad y convierte la iniciativa empresarial privada, apoyada por una nueva Ley del Mecenazgo, en anhelada alternativa.

 

En cuanto a la difusión, la influencia de Internet ha revolucionado el mercado cultural en todo lo relacionado con cuestiones promocionales. Se ahorran costes, se “democratiza” el mercado y surgen nuevas oportunidades impensables en un pasado no muy lejano, como el marketing viral, pero a la vez nos encontramos con una serie de riesgos e incovenientes, como la sobreinformación, fugacidad del mensaje, multiplicidad de medios que sin embargo tienden a la estandarización o la inevitable ventaja de aquellos proyectos que, dotados de mayores medios, siguen siendo los que más facilidad tienen para desarrollar estrategias y captar la atención del público.

 

Ante este panorama, resulta evidente que son precisos el debate, la unión de fuerzas y la aportación de nuevas ideas. Este es el propósito del Foro Decyde. No hay fórmulas mágicas, no hay patrones fijos, sólo ideas y experiencias puestas en común para ayudar a encontrar su camino e inspirar a futuros emprendedores, reorientar a las entidades vigentes para crear empleo de calidad y paliar las carencias en lo relativo a la gestión profesional (y la formación en este aspecto) que impiden el desarrollo y la renovación de este afectado sector, que tan necesaria labor social y educativa desempeña para la ciudadanía.

 

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El resultado de este encuentro y de esta mesa de debate en concreto podéis verlo vosotros mismos en el canal de Youtube de Popular TV Murcia.

 


 

«Chimo Bayo: Así me gusta a mí… la revolución», para La Tribuna del Noroeste

Artículo publicado el 23 de noviembre de 2012 en La Tribuna del Noroeste:

 

 

Reconócelo, alguna vez se te ha escapado un furtivo “ju ja”. Aunque no hayas vivido en primera persona aquello de La Ruta del Bakalao. “Chiquitan chiquititan tan tan”. Aunque nunca hayas estado ni cerca de alguno de los templos del medio Levante español. “Esta sí, esta no”. Alguna vez lo has bailado. “Así me gusta a mí”. Porque forma parte de la memoria colectiva, como mínimo, de quienes nacimos en los 70 o incluso a principios de los 80. “Esta me gusta, me la como yo”. En broma, en serio o en algún formato híbrido, todos recordamos con cierto cariño a este hijoputa entrañable, como, según la revista Vice España, él mismo se define. No en vano, vendió más de un millón de copias de este single, publicado en 1991. Luego llegaron otros éxitos como “Bombas”, “Química” o “La tía Enriqueta”, antes de diluirse arrastrado por el irremediable declive de aquel movimiento.

 

Desapareció del candelero musical, pero nunca abandonó la actividad pública durante los años posteriores. Por ejemplo, a principios de la década pasada presentó un programa en una televisión local valenciana llamado Esto se mueve. Aunque lo que realmente marcó un antes y un después en el resurgir de Chimo Bayo, fue seguramente su aparición en La Hora Chanante a mediados de la década pasada y la amistad que entabló a partir de ese momento con los humoristas responsables de este programa de Paramount Comedy.

 

Desde entonces se han ido repitiendo de forma intermitente sus apariciones en medios de comunicación, sus actuaciones en directo e incluso alguna que otra colaboración musical, como la que estuvo a punto de llevarle a representar a España en Eurovisión en 2010 junto a sus paisanos Code Name. Pero es ahora, con 51 años recién cumplidos, cuando ha decidido lanzarse de nuevo a la aventura de publicar un nuevo disco, en el que lleva trabajando al menos dos años. Un álbum en el que el patriarca de la fiesta, apelativo cariñoso con el que lo denomina el gran Dani Mateo, quiere contar con la colaboración de diversos deejays nacionales e internacionales, con el arte de Joaquín Reyes en la portada y con la inestimable ayuda de sus seguidores. En 2010 ya probó mediante una subasta de los objetos y prendas de su época de esplendor, ahora lo vuelve a intentar con una campaña de crowdfunding a través de la plataforma My Major Company en la que, entre otras variadas recompensas, los contribuyentes pueden obtener un mensaje personalizado en audio del artista valenciano por sólo 3 euros.

 

Resulta curioso, y sintomático de los tiempos complicados que vivimos, que 20 años después, el que fuera un auténtico rey del hedonismo, regrese al grito de “Revolución”. Todo parece indicar que así se llamará el disco si finalmente se hace realidad, igual que el single que adelantó hace algo más de un mes. Pero tampoco os asustéis demasiado, que el tema en cuestión formaba parte de la promoción previa al estreno de Gandía Shore, el nuevo reality de MTV España.

 


 

«¡Me estáis estresando!», para La Tribuna del Noroeste

Artículo publicado el 9 de noviembre de 2012 en La Tribuna del Noroeste:
 

 

Vale, sí, soy un hombre tranquilo. Pero de vez en cuando hasta a alguien como yo, que vive el día a día con pachorra, le puede pasar como a aquel del anuncio de ron Malibú. En estos tiempos de sobredosis de información, en los que las redes sociales se han incrustado en nuestras vidas, recibimos tantos “impactos” que, si en vez de ser como aquel conductor de autobuses caribeño uno se tomara la vida un poco más en serio, acabaría imitando a Fernando Fernán Gómez día sí, día no.

 

Claro, que habrá quien diga que esto tiene una solución tan fácil como no conectarse a Facebook o a Twitter y tiene toda la razón del mundo. Pero también es cierto que se han convertido en una herramienta necesaria tanto en el ámbito profesional como a veces en el personal. Vamos, lo que viene siendo una relación amor-odio de toda la vida.

 

No queda otra, si uno quiere estar al día en lo relativo a la música, por ejemplo, que de eso se supone que se habla aquí, tiene que bucear entre un número desproporcionado de opiniones, desconcertantes exposiciones de la vida privada y otra serie de elementos que sólo ayudan a descentrarnos y a alargar los periodos que pasamos frente al ordenador (o peor aún, con el smartphone en la mano) sin sacarle partido realmente a ese tiempo.

 

Así que me estreso. Me estreso cuando los festivales anuncian sus confirmaciones con cuentagotas, porque en apenas unos minutos todo se satura con la misma historia una y otra vez y se agradecería que se hiciera de forma menos dispersa. Me estreso cuando llega noviembre y ya se empieza a hablar de las listas de “los mejores” del año, porque en dos meses da tiempo a que pasen muchas cosas más, porque sé que hay muchas cosas que se me están escapando y porque sigue sin haber una “tregua” de lanzamientos discográficos (como pedía con muy buen criterio hace unos años Darío Manrique en una entrada de su ahora inactivo blog). Últimamente me estreso hasta cuando leo la palabra crowdfunding. ¿Qué me decís del crowdfunding? De repente parece que todo el mundo quiere sacar un disco mediante financiación colectiva, desde la famosa de turno, como es el caso de Soraya Arnelas, hasta el grupo que prácticamente acaba de empezar.

 

Me estreso, de modo que cada cierto tiempo toca desconectar, tirarse un rato en el sofá y pegarse una atracón de películas o de capítulos de alguna serie. Entonces, sin que uno se lo espere, en un episodio de una de esas series suena una canción que no conoces y te deja loco: “He venido” de Los Zafiros, un grupo cubano de los 60. Y en ese momento es cuando te preguntas: con toda la mierda que compartimos en la red cada día, ¿por qué a nadie se le ha ocurrido nunca hablarme de este grupo y de esta canción concretamente y la he tenido que descubrir viendo Breaking Bad?