De puretas y fanzines

Leo el artículo de Juarma sobre The Immortal Mice Men y pienso que podría ser perfectamente el argumento de una novela de Nick Hornby. Si en vez de en Illinois hubiera ocurrido en Granada, podría ser incluso el argumento de la próxima novela del propio Juarma. Pero se trata de una historia real. Un tanto rocambolesca, pero real. ¿Y qué mejor sitio para escribir sobre un músico de culto para unos pocos y totalmente desconocido para la inmensa mayoría que un fanzine (pureta) de limitadísima tirada? Si buscas por la red, encontrarás información al respecto, pero nadie te lo contará tan bien y con tanto detalle como el de Deifontes en su colaboración en Presbicia #1, la última y reciente publicación del dibujante valenciano José Tomás. Y el fanzine ya está agotado. Sirva esta curiosidad como punto de partida para una reflexión: en los tiempos de Internet y redes sociales, de la inmediatez, la sobreexposición y la fugacidad, de historias de Instagram y de Tik Tok, ¿qué nos empuja, especialmente a quienes nacimos en los años 70, a seguir creando publicaciones en papel de corto recorrido? Coincidiendo prácticamente con el lanzamiento de Presbicia, llegaba también El valor del necio, una recopilación de textos de mi amigo Arcadio Augusto González Gallego, asturiano afincado en Madrid, en formato fanzine. Ya agotado también. Así que aprovecho la coincidencia, justo cuando ando también discurriendo sobre la posibilidad de publicar una nueva entrega de mi fanzine, CRLM, en un futuro cercano (pero no demasiado), para hacer suya también esta reflexión.


 

Hablar de simple nostalgia sería simplificar demasiado. Cada cual en su particular medida, pero hoy en día casi todos somos parte de esta dinámica acelerada y explícita. Y creo que hay consenso sobre que todo tiempo pasado no fue necesariamente mejor, simplemente diferente. Entonces, ¿por qué seguimos haciendo fanzines? «Por costumbre», supone José Tomás. No es mi caso, aunque nunca he dejado de consumirlos, dejé de hacerlos en algún momento a principios de este siglo y hasta 2018 no regresé al papel, pero el creador de Presbicia no ha parado de publicar en este formato «desde los 15 años». «No es algo racional ni práctico. Quizás el fanzine sea mi zona de confort, un lugar tranquilo y calentito al que vuelvo regularmente, en el que estoy agustito. El formato del fanzine me fascinó en su día y me sigue fascinando actualmente. Es lo que conozco. Con Presbicia me planteé revivir la experiencia de hacer mi primer fanzine, pero 35 años más tarde», señala. “Es un formato que resulta familiar y cercano. Un ejercicio personal de pasión casi adolescente, sincero, honesto y accesible, al que uno puede asomarse muy fácilmente”, añade Arcadio. Su caso es distinto, a pesar de llevar prácticamente toda la vida involucrado en distintas bandas de hardcore punk, El valor del necio supone su estreno en la publicación de fanzines. “Muchos amigos y conocidos míos llevan años editando fanzines”, indica el de Avilés, “por eso tenía muy clara mi elección; un libro, aunque fuese pequeño y autoeditado, me parecía algo demasiado serio, puede que hasta pretencioso, al menos para mi debut. Si este proyecto fuese musical se editaría en forma de maqueta, en cinta y con portada en blanco y negro”.


Teniendo en cuenta que suelen ser publicaciones con poca audiencia, con «tiradas muy pequeñas», como señala José Tomás sobre las suyas, y con las que, obviamente, como indica Arcadio, “nadie se plantea ganarse la vida”, ¿puede darse el caso de que sea mayor el peso que tiene la propia satisfacción del autor frente al reconocimiento del público, del lector, como motivación para publicar un fanzine? «La mayoría de fanzines que he hecho ni siquiera los vendía, así que hablar de público suena un poco ridículo», advierte el valenciano. «Cuando hago un fanzine no tengo en cuenta a ningún tipo de público. Lo hago para mí, únicamente», concluye. “Primero está la propia satisfacción. Sin duda, un fanzine tiene que ver más con el yo que con el los demás”, señala Arcadio, aunque matiza sobre esta dicotomía, “pero seguramente, con el paso del tiempo y con el esfuerzo acumulado que implica hacerlo de una manera más o menos periódica, que tenga mejor o peor aceptación puede hacer que un proyecto dure más o menos tiempo. El cansancio y la desmotivación creo que llegan antes predicando en el desierto que en un auditorio a rebosar». No creo que le falte razón, pero también es cierto que cuando llevas más de veinte años vagando por el desierto, lo de predicar hasta se te ha olvidado. Como dice José Tomás, “si cuando está hecho le gusta a alguien, mejor que mejor”. Me siento identificado sin duda con esta filosofía, hace ya mucho tiempo que el gusto por escribir es el principal impulso para hacerlo, independientemente de su repercusión. Y hace tiempo también que hice mío aquello que decía CASCALES sobre «divertirse con el proceso antes que con el resultado», más aún cuando, aparte de escribir, se trata de liarse con las tijeras, las fotocopias y la grapadora. Lo importante es el camino y el entretenimiento asociado a este. «Lo disfruto mucho, incluido bajar a hacer las fotocopias, doblar las hojas y guillotinar (si se necesita), grapar y hacer los envíos», coincide José Tomás. “Hacerlo es un fin en sí mismo. El viaje es el trayecto, no el destino”, añade Arcadio. “Es una especie de arrebato que nos va robar tiempo, energías y hasta dinero, sin que no nos importe más que el aquí y el ahora”. En definitiva, un arrebato de romanticismo: “Es un primer amor, todo se entiende, no hay dudas y solo se vive en el presente”. Solo que para algunos este enamoramiento es un estado permanente… o al menos algo que reaparece cada cierto tiempo.


Libertad para lo mío, de Juarma

Hastiado de contemplar día a día en las redes sociales como cierta gente, sin gracia alguna, intenta resultar ingeniosa, hace alarde de su supuesta erudición o simplemente trata de llamar la atención, encontrarte de vez en cuando con una de las viñetas de Juarma López en la red es lo más parecido a abrir las ventanas y que entre un poco de aire fresco. Lo de este granadino (de Deifontes) no sólo es una faena complicada, es que es un arte y eso no se aprende en ningún curso de community manager. Cuando se trata de hacer reír recurriendo al sarcasmo, la mala baba y el humor negro, Juarma lo borda. Con desparpajo, dejando fluir esas ideas que nacen de una mente sin complejos, sorteando la doctrina de lo políticamente correcto, la hipocresía y la doble moral. Algo que, desde el punto de vista del lector, se agradece, más aún teniendo que escuchar lo que escuchamos cada día de boca de nuestros políticos y teniendo que ver el tipo de televisión que se nos ofrece casi sin alternativa, repleta de muestras de mezquindad y degradación humana y exhibicionismo descontrolado.

 

Desde hace ya tiempo, uno de los personajes principales de las historietas de Juarma es Eusebio el Clenchillas, un tipo más cabrón de lo que le pertenece, “un drogadicto y un putero”, pero en cuyas dementes reflexiones yo diría que se puede atisbar un no sé qué que hasta se podría confundir con sabiduría popular… o quizás sea que simplemente resulta entrañable detrás de esa incontinencia verbal y esas aseveraciones no aptas para mentes susceptibles en las que puedo reconocer a cualquier elemento, real como la vida misma, de los que pululan por mi barrio desde que tengo uso de razón. Precisamente Eusebio es el protagonista absoluto del nuevo álbum que, de la mano de Ultrarradio, publica Juarma, con prólogo de Toni Anguiano y Pedro de Dios, manager y guitarra y voz de Guadalupe Plata. Una recopilación de historias difundidas de manera dispersa en publicaciones diversas, que se unen ahora a abundante material nuevo, inédito e impublicable en internet para dar forma a las memorias de este ex futbolista de 2ª B, vigilante de seguridad del Bershka y colombófilo.

 

 

Edita: Ultrarradio.
64 páginas
Tamaño 16 x 23,5 cm
Color
Precio: 8 euros

El 15 de diciembre se publica el nuevo álbum de Juarma, Carita de gitano con SIDA

 

Juarma, entrevistado en el recién publicado nº 14 del MMAMM on line zine con motivo de la inminente publicación de su nuevo álbum, ha anunciado en su blog la fecha definitiva en la que el mismo se pone a la venta. «Carita de gitano con SIDA», que así se llama su nueva entrega, estará disponible el 15 de diciembre. Lo edita Ultrarradio como parte de la colección Tres Tremendos Tebeos, que completan sendas obras de Ana Galvañ y Juan Díaz-Faes.

 

El nuevo álbum del dibujante de Deifontes, cuya portada podemos ver más arriba, está compuesto por 64 páginas en A-4 y a color. El prólogo lo ha escrito Jordi Costa y lo ha maquetado Puño.

Los entrevistados en el MMAMM #14 en una lista de Spotify

Me sugería @JuarmaLopez esta tarde que hiciera una lista de Spotify con las bandas entrevistadas en el webzine, para conocer a esos grupos con los que comparte página.

 

No todos están en Spotify, pero la idea es estupenda, así que la he hecho de todas formas con los grupos que si están. Pincha en el icono para escucharla.

 

 

Hay canciones de Airbag, Esperit!, Cherry, Dani Llamas (y también G.A.S. Drummers), Furguson, Aliment, Joan Colomo (y también de La Célula Durmiente), Muy Fellini, Noise Box, Orgy of one, Toundra y Vistalegre.

 

Para escuchar el resto hay que recurrir a Bandcamp, Soundcloud, Jamendo u otros sitios de la red: Atomizador, Cordura, Ross, Moksha, Perro y Trastorners.

 

En cuanto a Hzero, creo que lo mejor es que escuchéis uno de los temas de adelanto que ellos mismos han colgado en Youtube: