«Chimo Bayo: Así me gusta a mí… la revolución», para La Tribuna del Noroeste

Artículo publicado el 23 de noviembre de 2012 en La Tribuna del Noroeste:

 

 

Reconócelo, alguna vez se te ha escapado un furtivo “ju ja”. Aunque no hayas vivido en primera persona aquello de La Ruta del Bakalao. “Chiquitan chiquititan tan tan”. Aunque nunca hayas estado ni cerca de alguno de los templos del medio Levante español. “Esta sí, esta no”. Alguna vez lo has bailado. “Así me gusta a mí”. Porque forma parte de la memoria colectiva, como mínimo, de quienes nacimos en los 70 o incluso a principios de los 80. “Esta me gusta, me la como yo”. En broma, en serio o en algún formato híbrido, todos recordamos con cierto cariño a este hijoputa entrañable, como, según la revista Vice España, él mismo se define. No en vano, vendió más de un millón de copias de este single, publicado en 1991. Luego llegaron otros éxitos como “Bombas”, “Química” o “La tía Enriqueta”, antes de diluirse arrastrado por el irremediable declive de aquel movimiento.

 

Desapareció del candelero musical, pero nunca abandonó la actividad pública durante los años posteriores. Por ejemplo, a principios de la década pasada presentó un programa en una televisión local valenciana llamado Esto se mueve. Aunque lo que realmente marcó un antes y un después en el resurgir de Chimo Bayo, fue seguramente su aparición en La Hora Chanante a mediados de la década pasada y la amistad que entabló a partir de ese momento con los humoristas responsables de este programa de Paramount Comedy.

 

Desde entonces se han ido repitiendo de forma intermitente sus apariciones en medios de comunicación, sus actuaciones en directo e incluso alguna que otra colaboración musical, como la que estuvo a punto de llevarle a representar a España en Eurovisión en 2010 junto a sus paisanos Code Name. Pero es ahora, con 51 años recién cumplidos, cuando ha decidido lanzarse de nuevo a la aventura de publicar un nuevo disco, en el que lleva trabajando al menos dos años. Un álbum en el que el patriarca de la fiesta, apelativo cariñoso con el que lo denomina el gran Dani Mateo, quiere contar con la colaboración de diversos deejays nacionales e internacionales, con el arte de Joaquín Reyes en la portada y con la inestimable ayuda de sus seguidores. En 2010 ya probó mediante una subasta de los objetos y prendas de su época de esplendor, ahora lo vuelve a intentar con una campaña de crowdfunding a través de la plataforma My Major Company en la que, entre otras variadas recompensas, los contribuyentes pueden obtener un mensaje personalizado en audio del artista valenciano por sólo 3 euros.

 

Resulta curioso, y sintomático de los tiempos complicados que vivimos, que 20 años después, el que fuera un auténtico rey del hedonismo, regrese al grito de “Revolución”. Todo parece indicar que así se llamará el disco si finalmente se hace realidad, igual que el single que adelantó hace algo más de un mes. Pero tampoco os asustéis demasiado, que el tema en cuestión formaba parte de la promoción previa al estreno de Gandía Shore, el nuevo reality de MTV España.

 


 

«Texas is the Reason, sois bienvenidos», para La Tribuna del Noroeste

Artículo publicado el 16 de noviembre de 2012 en La Tribuna del Noroeste:

 

 

Finales de los años noventa, eran otros tiempos, nada que ver con lo que vivimos en la actualidad. Entonces, aunque en la MTV la música aún era algo importante, a algunos los nuevos descubrimientos nos llegaban por el boca a boca y, sobre todo, por los numerosos fanzines que se editaban durante aquellos años. El grunge y el punk rock me habían marcado el camino durante la adolescencia, pero en esta época en la que ya empezaba a escribir alguna cosilla sobre música y en la que, sumergido en el mundillo de las publicaciones independientes, las nuevas amistades se multiplicaban de forma exponencial, esto empezaba a resultar insuficiente. Necesitaba algo más: hardcore, thrash metal, crossover… el cuerpo y la mente – y seguramente los prejuicios – me pedían música rápida y contundente.

 

Entonces ocurrió: una tarde cualquiera en una de esas habituales reuniones improvisadas en torno a un equipo de música, de forma inesperada Texas is the Reason se incrustaron en mi cerebro con apenas escuchar dos o tres canciones de aquel único disco que lanzaron en 1996. “Do you know who you are?”, así se titulaba aquel álbum, el único largo que la banda liderada por Norm Arenas (ex Shelter) publicó en sus escasos tres años de existencia, entre 1994 y 1997. Nunca antes algo tan “suave” me había impactado tan fuerte como la música de este cuarteto neoyorquino, cuya escueta discografía completan un EP y dos singles compartidos (con Samuel y The Promise Ring).

 

A pesar de su fugacidad se convirtieron en una clara influencia para un gran número de grupos en los años sucesivos, siendo una de las principales bandas que en aquellos tiempos se encuadraron bajo la etiqueta «emo», que tanto se ha desvirtuado y descontextualizado desde entonces (nada tiene que ver, os lo aseguro, con desproporcionados flequillos cubriendo los ojos de tragicómicos adolescentes). Como se suele decir en estos casos, ¿hasta dónde habrían llegado si no se hubiesen separado? Nunca lo sabremos, en 1997, aclamados como “the next big thing” en Estados Unidos y a punto de fichar por una multinacional, decidieron que no querían seguir ese camino y la banda se disolvió tras el último concierto de su gira europea.

 

Desde entonces se han reunido en dos ocasiones, tres conciertos en total, todos ellos en Nueva York: dos en 2006 para celebrar el 10º aniversario de su disco, uno hace apenas un mes con motivo del 25º cumpleaños de la discográfica que lo publicó, Revelation Records. Ahora, 16 años después, han decidido que es buen momento para volver a girar por el mundo. En principio hay nueve conciertos anunciados entre enero y abril del año que viene, todos ellos entre Estados y Unidos y Canadá, excepto uno, que realizarán en el Groezrock Festival de Bélgica. Regreso a Europa, donde todo acabó entonces. ¿Se ampliará la gira por el viejo continente? ¿Visitarán España? Eso espero… Gabi Ruiz, confío en ti.

 

 

Fusiònica 14.0: Kitsch + L’Hereu Escampa

El Festival independent i no comercial de música i art visual de Barcelona pone esta noche el cierre a su 16ª edición con una llamativa doble propuesta. Por un lado, desde Banyoles, el rock oscuro de los míticos Kitsch, banda con dos décadas de trayectoria. Por otro lado, los barceloneses L’Hereu Escampa, una de las revelaciones de los últimos años en el panorama hardcore punk estatal.

 

La sede de esta última velada del Fusiònica 14.0 es el Ateneu L’Aliança de Lliça d’Amunt. A partir de las 23 horas, por 10 euros (8 para los socios).

 

 

«¡Me estáis estresando!», para La Tribuna del Noroeste

Artículo publicado el 9 de noviembre de 2012 en La Tribuna del Noroeste:
 

 

Vale, sí, soy un hombre tranquilo. Pero de vez en cuando hasta a alguien como yo, que vive el día a día con pachorra, le puede pasar como a aquel del anuncio de ron Malibú. En estos tiempos de sobredosis de información, en los que las redes sociales se han incrustado en nuestras vidas, recibimos tantos “impactos” que, si en vez de ser como aquel conductor de autobuses caribeño uno se tomara la vida un poco más en serio, acabaría imitando a Fernando Fernán Gómez día sí, día no.

 

Claro, que habrá quien diga que esto tiene una solución tan fácil como no conectarse a Facebook o a Twitter y tiene toda la razón del mundo. Pero también es cierto que se han convertido en una herramienta necesaria tanto en el ámbito profesional como a veces en el personal. Vamos, lo que viene siendo una relación amor-odio de toda la vida.

 

No queda otra, si uno quiere estar al día en lo relativo a la música, por ejemplo, que de eso se supone que se habla aquí, tiene que bucear entre un número desproporcionado de opiniones, desconcertantes exposiciones de la vida privada y otra serie de elementos que sólo ayudan a descentrarnos y a alargar los periodos que pasamos frente al ordenador (o peor aún, con el smartphone en la mano) sin sacarle partido realmente a ese tiempo.

 

Así que me estreso. Me estreso cuando los festivales anuncian sus confirmaciones con cuentagotas, porque en apenas unos minutos todo se satura con la misma historia una y otra vez y se agradecería que se hiciera de forma menos dispersa. Me estreso cuando llega noviembre y ya se empieza a hablar de las listas de “los mejores” del año, porque en dos meses da tiempo a que pasen muchas cosas más, porque sé que hay muchas cosas que se me están escapando y porque sigue sin haber una “tregua” de lanzamientos discográficos (como pedía con muy buen criterio hace unos años Darío Manrique en una entrada de su ahora inactivo blog). Últimamente me estreso hasta cuando leo la palabra crowdfunding. ¿Qué me decís del crowdfunding? De repente parece que todo el mundo quiere sacar un disco mediante financiación colectiva, desde la famosa de turno, como es el caso de Soraya Arnelas, hasta el grupo que prácticamente acaba de empezar.

 

Me estreso, de modo que cada cierto tiempo toca desconectar, tirarse un rato en el sofá y pegarse una atracón de películas o de capítulos de alguna serie. Entonces, sin que uno se lo espere, en un episodio de una de esas series suena una canción que no conoces y te deja loco: “He venido” de Los Zafiros, un grupo cubano de los 60. Y en ese momento es cuando te preguntas: con toda la mierda que compartimos en la red cada día, ¿por qué a nadie se le ha ocurrido nunca hablarme de este grupo y de esta canción concretamente y la he tenido que descubrir viendo Breaking Bad?

 


 

«Nunca subestimes a Murphy», para La Tribuna del Noroeste

Artículo publicado el 2 de noviembre de 2012 en La Tribuna del Noroeste:

 

Sábado por la tarde. Todo en calma en la oficina: el estómago lleno tras degustar una comida digna de fotografiar y publicar en Instagram… si no odiara el invento de marras; el ansia calmada después de una sesión de varios capítulos seguidos de la serie de turno; y sin la tentación de ocupar la tarde viendo chorradas en Youtube gracias al visionado en las noticias de una pelea a puñetazo limpio entre Bob Esponja y Hello Kitty en la Puerta del Sol. En mi mente, sólo una idea, escuchar “Psychedelic Pill”, el segundo disco que publica Neil Young este año tras reunirse con sus Crazy Horse. O al menos la canción de 27 minutos que lo abre. Ingenuo de mí, no tuve en cuenta una variable fundamental: ¡La Ley de Murphy!

 

Unas horas antes me jactaba en las redes sociales de no recordar quién es Juan Magán y justo en el momento de sentarme frente al ordenador a escuchar al maestro mi tranquilidad se vio interrumpida por un desfile de gente disfrazada que pasaba por la misma puerta de mi casa. La música de la comparsa sonaba a un volumen tan atronador que hacía temblar hasta los cristales de las ventanas. En ese preciso instante, una canción un tanto sospechosa. – No puede ser – me dije, mientras le daba a buscar en Shazam-. Pero sí, como os podéis imaginar, aquella canción que sonaba era de Juan Magán… “Bailando por ahí” concretamente. Luego fueron cayendo uno tras otro los más destacados éxitos de reggaeton y electro latino del momento. Con ayuda del smartphone fui distinguiendo algunos de ellos: “Soy una taza”, “La noche pide fiesta”, “Danza Kuduro”… y por supuesto, las del omnipresente Pitbull y sus múltiples colaboraciones. Porque a Pitbull se ve que lo tienen encerrado en algún estudio de Miami como al tarado de Pulp Fiction y lo van sacando para colaborar en todos los discos que graban.

 

La cuestión es que al final no pude escuchar el disco de Neil Young. Pero bueno, lo intentaré de nuevo en otra ocasión, no es eso lo que más me preocupa: lo peor de todo es que nadie se dignó a pinchar el “Gangnam Style” de PSY y me quedé sin darme el gustazo de ver toda una calle repleta de gente disfrazada haciendo el baile del caballo. Con lo que hubiera triunfado eso colgado en Youtube…