Fast listening de nueva vibración. Te entra fácil (no hay dificultad). A base de telas de araña y cajas con sorpresa o globos que tienes que hinchar tú solo. Rápido y también lento. Para que te den ganas de salir de la cama y tocar la calle con las manos (en sentido estricto). Para sujetarte la frente y dar saltos con disimulo (como quien se esconde detrás de una cortina). Para mirar a alguien de lejos y no decir nada. Como cantan en una de sus canciones: sólo hay que seguir el paso de este ritmo (síguelo). Comida rápida pero bien seleccionada. En susurros y cápsulas. No enlatado. Como coser y cantar. Eso es lo que tiene que ser. Bailar es un imperativo de mirada nostálgica. Como los muñequitos de Yoshitomo Nara si hicieran una revolución de mentira (por fin). Los adultos bailan y los niños también. Fo es música hecha por niños que no aprendieron a saltar a la comba y que quieren que los niños y niñas que saltan a la comba bailen sin dificultad. O que se olviden de las muletas. Coser y cantar con un poco de ruido de fondo, como resaca en el mar, que te arrastre un poco, que te meta dentro, déjate. También es aconsejable para niños y niñas que no aprendieron a saltar. Para el vecino. contra el dolor: sal de detrás de la cortina (o rompe tus muletas). Música de coser y cantar. Alfonso García Villalba
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