La gran bola de nieve. Hoy, las listas de mejores.

Otra reflexión a bote pronto que publiqué hace unos días en Facebook, esta vez sobre las listas de mejores del año:

 

«Estoy prestando menos atención que nunca a las listas de mejores del año. Es por saturación, como viene pasando en las últimas temporadas, hace un mes ya que prácticamente no se ve otra cosa (eso, los corruptos, Chus Lampreave y el nuevo vídeo de El Adri, poco más). Así que cada vez me agradan menos. Cierto es que tienen algo bueno, que a los grupos les viene bien aparecer en ellas y que a los oyentes nos sirve para recuperar discos que no hemos escuchado con detalle y para descubrir otros que se nos habían escapado, pero para mí cada vez pesan más los aspectos negativos que aprecio en ellas. Desde mi forma de entender la música, no comparto esa obsesión por ordenar y jerarquizar la música (esto no es Del 40 al 1) ni la imposición de una determinada cifra de mejores (¿Por qué 5, 10, 20 ó 40 y no 27?), pero esto son cuestiones menores, supongo. Lo que más me ‘preocupa’ es el grado de programación que está alcanzando nuestra agenda musical, como reflejo de la propia existencia global, en cada momento se nos induce a hablar y pensar de unas cuestiones determinadas: ahora toca hablar de festivales, ahora de las listas de mejores del año… Y nadie parece plantearse que estamos automatizados, dirigidos, en esto también. Pero bueno, ¿quién puede luchar contra la gran bola de nieve?».