Llueve, Capullo!: «Somos zagales vacilones de mecha corta y gran corazón»

He llegado tarde a conciertos de Llueve, Capullo!, cuando ya habían terminado de tocar, en tiendas de ropa, en ferias de autoedición, en okupas y hasta en un skate park, y lo más gracioso de todo es que, al menos en este caso, nunca ha sido de forma premeditada. Así que, en estos tiempos de incertidumbre, he decidido compensar esta ofensa involuntaria al Dr. Llueve y al Sr. Capullo, y el no haber llegado aún a verlos actuar en directo, con una entrevista. Al fin y al cabo su disco es uno de mis favoritos de la temporada. Por lo que sea.


 

Si Fulgencio Zurullo os dejara, ¿cómo os gustaría definiros a vosotros mismos?
Dr. Llueve: No somos otra cosa que zagales vacilones de mecha corta y gran corazón, amigos de lo oculto y de gustos sencillos.


¿Qué os ha unido más, Vistabella o Fernando Morientes?
Sr. Capullo: Morientes, sin duda. Yo llegué a Vistabella cuando ya éramos amigos. Sin el Madrid, seguramente más que sin las bandas que desde el primer momento vimos que compartíamos, a la segunda o tercera vez que nos cruzáramos nos hubiéramos liao a palos.


Me gusta pensar que no es nadie en la música murciana si no te han echado nunca de un bar por culpa de Santos o te has montado una banda con Nacho (o al menos lo has intentado). De bares a lo mejor está todavía feo hablar, así que enumerad los grupos de Nacho con los que al menos haya llegado a sacar alguna canción en el local de ensayo.
Dr. Llueve: Ese Nacho que mencionan, je je, en estas latitudes es llamado Dr. Llueve, sease, un servidor; He tocado y hecho canciones con Pepsicolos, Pelacats, Muertos de Hambre, Blandiblú, Escombros de colores, Meteorito, Kaneda, Sandía/Sol, Mamá y Dadá, Transistor, Bici Ninja y… alguno más que no recuerdo. Un besito.


Decís que ‘121 goles’ es un álbum abiertamente emocional y que Llueve, capullo! es la historia de vuestra amistad. ¿Puede que, aunque nos hayan vendido otra cosa, no haya nada más punk que esto?
Sr. Capullo: Pues seguramente no lo haya, no. Más que como una estética determinada o una forma de hacer canciones, yo entiendo el punk como un vehículo expresivo en el que tienen cabida nuestras emociones más viscerales, ya sean positivas o negativas, todo lo que vaya de sentirte vivo. Y yo pocas veces he sido tan consciente de estar vivo como cuando toco con mi compadre el gorras.


Las referencias al Real Madrid en ‘121 goles’ son diversas. Si yo tuviera que comparar a Llueve, capullo! con un momento en la historia de este club, sin duda sería el primer paso de Camacho por su banquillo. ¿Cómo lo veis?
Sr. Capullo: Está bien, pero yo creo que la historia de nuestra generación es la del Madrid de Queiroz: un equipo que parecía que iba a salir en los libros de Historia con un pie de foto que hiciese alusión a semejante forma de sacarse la polla y que luego no se comió ni medio colín. Cuarto en liga, el Zaragoza ganándote la Copa y el Mónaco echándote de la Champions. Dime tú si esos no somos todos nosotros. Con respecto a Camacho, por cierto, quiero reivindicar que aquella destitución nos trajo con los años a un comentarista capaz de decir «tamién».


Una buena parte de las canciones de vuestro primer LP ya las pudimos escuchar en una demo ya no disponible en la red, ¿qué os llevó a hacer este borrón y cuenta nueva de temas?
Dr. Llueve: La primera grabación nos molaba porque fue orquestada por nuestro querido y solicitado Javi ‘Polémico’ Arnedo, en una tarde fatídica de emociones transformadoras, bochorno y precariedad técnica y creemos que el sentir de esa tarde está perfectamente encarnado en las grabaciones que comentas, que quedan ahora para uso y disfrute privado. Sentimos también que en los dos años entre grabación y grabación (2017-2019) mejoramos con la batería y guitarra y decidimos grabarlo con un alberqueño de dos metros e infinita paciencia. Tampoco hay mucho más.


Si os da por hacer como vuestros amigos de Pedriñanes 77 y aumentar la banda a formato trío, ¿a quién os gustaría fichar si Antonio Hidalgo rechazara la oferta?
Sr. Capullo: Solo hay dos opciones: o el Pepelu y entregarle sin contemplaciones los designios de la banda, o el de Tame Impala y pegarle pescozones. Que el Dr. o yo la liemos y que el de Tame Impala amague el lomo porque sabe que le viene un pescozón. Echarle la culpa de cualquier cosa. Que venga el Ruto Neón a un concierto nuestro porque sabe que toca el otro y que en medio de una canción paremos y lo echemos de la banda y Ruto se dé cuenta de que no lleva camino ninguno.


CROMO: «Nos identificamos con las bandas a las que les apasiona lo que hacen»

Siempre he tenido cierta fijación por las «microescenas», unas pocas personas montando un montón de buenas bandas de estilos similares en un entorno territorial limitado y en un periodo de tiempo determinado, como el hardcore de la Vega Baja o aquellas bandas de ‘maikeles’ de Alhama de Murcia y Totana a principios de este siglo. Si tengo que extrapolar esto a la actualidad, no me cabe duda de que debo nombrar a otras bandas murcianas como Nueva Generación, Sabotaje, Tumefactum, Incidente Tunguska o Pintauñas Negro. A estos nombres se unió hace unos pocos meses el de CROMO, la nueva banda de punk formada por Vanesa (Sabotaje, Absoluta), Manuel (Tumefactum, Pintauñas Negro) y Guille (Nueva Generación, Incidente Tunguska), que se estrenaba con una demo publicada en formato cassette el pasado mes de noviembre y con cuya entrevista quiero retomar la actividad después de la cuarentena.


 

En el momento de vuestra formación cada componente de la banda estaba tocando ya en otras dos bandas, ¿qué os llevó a iniciar la actividad con una tercera? ¿Qué os aporta cromo con respecto a vuestras otras bandas?
Pues lo de empezar a tocar con una nueva banda fue casualidad, ya que con el resto de bandas no estás siempre a tope y existen períodos de tiempo muerto en los que puedes aprovechar para tocar con otra gente. Empezar con CROMO nos ayudó a salir un poco de nuestra zona de confort, nos proporciona desaprendizaje en unas cosas y aprendizaje en otras.


En un primer momento, cuando se anunció vuestro primer concierto, que luego se aplazó, vuestro nombre era Tercera Dimensión, como una de las canciones de vuestro primer EP. Finalmente, en el momento del debut efectivo, os presentasteis como CROMO. ¿Por qué este cambio de nombre?
Porque el nombre lo elegimos a última hora, después, al tener más tiempo para pensar le seguimos dando vueltas hasta que nos decidimos por CROMO. Pero tenemos claro que si hubiéramos tenido otra oportunidad seguramente nos llamaríamos de otra forma.


Habéis dado a entender que vuestra nueva grabación no tardará mucho. ¿Os ha cundido este período extraño de encierro y desescalada?
La verdad es que sí. Aunque más o menos teníamos los temas planteados y este tiempo nos ha servido para darle un poco de vueltas a lo que teníamos (cosa que no solemos hacer), también hemos estado en casa sacando cosillas nuevas y en la desescalada nos empezamos a juntar para ensayar, ya que este verano entramos a grabar.


¿Cómo se consigue hacer el punk más sencillo que de costumbre?
No teniendo una pandemia de por medio que te permita pensar y repensar las canciones que vas sacando.


Aún estamos en un período de incertidumbre y es complicado hablar de conciertos con certeza. No obstante, ¿os habéis planteado cómo y cuándo será vuestro regreso a los escenarios?
Tenemos muchas ganas de tocar la verdad, pero eso no depende de nosotrxs. Nos han propuesto un par de cosas muy guapas para después de verano, pero tal y como está todo ahora mismo, no tenemos muy claro qué va a pasar.


Sin contar en los que tocáis, ¿con qué bandas de vuestro entorno local o estilístico os identificáis más?
Nos identificamos sobre todo con las bandas o personas que se curran su proyecto y a las que les apasiona lo que hacen.


Habéis entrado recientemente a formar parte de la familia Grabaciones Vistabella. ¿En qué va a consistir exactamente esta unión?
Principalmente, en apoyarnos mutuamente. Echarnos un cable para crear una especie de red y poder darnos cobertura en ciertos aspectos en los que cada cual tiene más facilidades. Básicamente, nosotrxs seguimos haciendo lo que nos da la gana y ellxs nos echan una mano en lo que necesitemos.