Hace unos días comentaba esto en Facebook y me apetece que quede aquí de forma permanente:
«Acabo de terminar de ver la serie Sonic Highways de Dave Grohl. Como serie documental, muy recomendable, pero de las ciudades que la protagonizan y de sus músicas creo que poco o nada de inspiración encontramos en las canciones que forman el disco del mismo nombre de Foo Fighters. Una vez terminada, y con el disco en cuestión escuchado unas pocas veces, aunque en formato vídeo las canciones ganan, a mí no me dan ganas de abordarlo con detalle, ni siquiera me apetece recuperar los primeros discos de la banda, los ‘buenos’. Algo que, por otra parte, resulta lógico. Ahora lo que realmente me apetece es ponerme a escuchar como un loco a Bad Brains, Fugazi, Big Black, 13th Floor Elevators, Butthole Surfers, Big Boys, Naked Raygun, Kyuss, Germs, Mudhoney, Ramones, Runaways, Beastie Boys, Public Enemy…
Ya que estamos con documentales, está a punto de estrenarse el de Kurt Cobain y, aunque lo veré de cabeza, tengo sensaciones encontradas. Por una parte, aunque a día de hoy me siguen flipando los discos de Nirvana y me encantan las canciones de Kurt, nunca ha sido un personaje cuya historia, dejado atrás en el tiempo el impacto de su final trágico, me seduzca mucho. Me siento mucho más cautivado, a pesar de ser Joy Division un grupo que conocí bastante después y que me toca menos la fibra que Nirvana, por la biografía de Ian Curtis. Por otro lado, aún guardo en el recuerdo la no pequeña decepción que me llevé con About a son… ¡Vaya coñazo! Así que espero redimirme con este Montage of heck».