
Birth
(Jonathan Glazer)

Por
fin se estrena la polémica Birth. Película que causa revuelo
allá donde va.
Y no es para menos. Era de esperar que una historia de amor entre un
niño de diez años y una mujer ya bien entrada en la treintena
escandalizase a buena parte del público.
Pero Birth no es solo eso. A parte de una historia romántica,
es un misterio, un drama
Es algo que camina en la cuerda floja
entre el realismo y lo fantástico, incluso místico.
Nicole
Kidman interpreta a Anna, una joven viuda que está a punto de
rehacer su vida con Joseph (Danny Houston, hijo del mítico director
John Houston) hasta que aparece un niño que dice ser Sean (Cameron
Bright), el difunto marido de Anna.

He
aquí la premisa. Poco menos que interesantísima y muy
arriesgada.
Como espectadores, ¿creéis que podéis llegar a
creeros que ese niño de diez años es el difunto marido
de Anna?
Ya estoy yo aquí para deciros que sí.
Viendo la película llegamos a empatizar de tal forma con la protagonista,
que nos damos cuenta de que por amor, es un riesgo que valdría
la pena correr. Y para que lleguemos a esta comprometida conclusión,
Jonathan Glazer ha tenido que narrar la historia de una forma tan soberbia,
firme, seria y elegante, que junto a las impresionantemente verosímiles
interpretaciones, llega a ponernos en auténticos apuros ético-morales.
Si
a Anna, el destino, el azar, o lo que quiera que fuere, le arrebató
lo que más quería en este mundo, a su marido. El amor,
en definitiva. ¿Cómo puede rechazar la idea de volver
a experimentar lo que ya sintió y nunca se apagó del todo?
¿Cómo no va aprovechar una segunda oportunidad con "su
marido"?

Todas
las preguntas que nos formulamos y algunas más, son las mismas
que se plantea el personaje protagonista.
Todo ellos estaba bien estudiado de antemano por el director, también
guionista, y sus compañeros.
No cabe duda de que Glazer supo rodearse bien para darle forma a una
idea que tenía en mente incluso antes de empezar a rodar su anterior
película, Sexy Beast.
Los
elegidos para co-escribir el guión fueron; el escritor francés
Jean-Claude Carriere y el guionista neoyorquino Milo Addica.
Carriere ya había sido colaborador, ni más ni menos, que
de Luis Buñuel. Y Addica había co-escrito Monster's Ball.
Es evidente que su currículum los avala. Carriere incluso ha
colaborado en dos libros de El Dalai Lama.
El caso es que entre los tres hubo un gran entendimiento, y eso desembocó
en un guión sólido y repleto de matices jugosos en que
consiguen enfrentar lo racional a lo emocional, porque ¿es posible
la reencarnación?
El personaje de Nicole Kidman, racionalmente cree que no, pero ante
la insistencia, la seguridad, la seriedad y la mirada del niño,
acaba creyendo que sí. Y es que en el fondo, lo está deseando
emocionalmente.
¿Pero, y su familia, y el que iba a ser su marido, y el entorno?
¿Podrá el amor con todo eso?
Por miedo a destriparos el final, o desvelar detalles importantes del
film, voy a parar de momento. Pero no perdáis de vista la página,
porque estamos preparando un análisis más profundo, en
el que la comentaremos sin tapujos y confiando en que ya la hayáis
visto.
Recomendadísima!
Texto:
Óscar Sueiro, Dr. West
Más
info:
www.birthmovie.com
www.tripictures.com
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