Million Dollar Baby (Clint Eastwood)

A pocas horas de haber salido de la sala de proyecciones hay una cosa que me parece tener ya bastante clara. Y es que Clint Eastwood es uno de los directores que más debería tener en cuenta. Y no digo de los más importantes porque me parece que está algo olvidado. No se le cita a menudo en las listas de "los grandes". Quizás sea por que pesa mucho su carrera como actor y así lo recuerda la gente. Pero la verdad es que dando un repaso a su filmografía como director, nos encontramos con varias obras maestras. Películas que aguantan el paso de los años como lo hacen los clásicos de Howard Hawks o John Houston, por ejemplo. Sería injusto no hacer esta pequeña reivindicación aprovechando mi espacio virtual. Pero bueno, hablemos del film que nos ocupa.

Million Dollar Baby es, desde el momento en que se concibió, un clásico moderno. Una obra maestra.
Con el boxeo como vehículo alegórico, la película nos describe unas vidas desdichadas. Unas vidas en las que hay que luchar por todo, en las que nada viene regalado, en las que hay que aprovechar las oportunidades, etc. Como en el ring.
Los encargados de dar veracidad a estas historias son los tres protagonistas; Clint Eastwood, Hillary Swank y Morgan Freeman, que no solo cumplen su cometido, sino que traspasan la pantalla y van directos al corazón del espectador.
Eastwood interpreta a un veterano entrenador de boxeo, atormentado por no haber podido tirar la toalla a tiempo en un combate en el que el personaje de Morgan Freeman perdió un ojo. Y Hillary Swank es una mujer que no tiene otra cosa en la vida que su pasión por el boxeo, y que gracias a su perseverancia, consigue ser entrenada por Eastwood, con el que desarrollará una entrañable historia de amor paterno-filial, y conseguirá llegar a lo más alto del boxeo.
A partir de ahí el film toma unos derroteros de un dramatismo tremendo y te va urgando en el corazón hasta hacerte empatizar totalmente con los protagonistas.

Es del todo destacable la elegancia con la que el director sabe tratar el drama. Y aunque esto ya no es una sorpresa teniendo como referencia reciente la maravillosa Mystic River, no puedo dejar de comentarla pos sus evidentes paralelismos con la actual Mar Adentro. Dentro de los cuales sale perdiendo la película de Amenabar por goleada.
Mientras que Mar Adentro es un manual para conseguir la lágrima, Million Dollar Baby es un relato de emociones contenidas. No juega con el espectador. Eso sí, el nudo en la garganta durante casi media hora no te lo quita nadie.

En fin, toda una muestra de dominio narrativo y de madurez cinematográfica aderezada con unas interpretaciones inmejorables, una fotografía soberbia, y una música (también de Clint Eastwood, por cierto) que lo envuelve todo a la perfección.
Recomendada queda.

Texto: Óscar Sueiro, Dr West

Más info:
www.milliondollarbaby.com

 

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