NOVEDADES

Los Renegados del Diablo (Rob Zombie)

He de confesar que White Zombie siempre me cayeron simpáticos. A pesar de no hacerme vibrar como el metal del bueno (entre otras cosas porque no lo eran) y de que en cierto modo sean responsables del aluvión de grupos que nos han torturado a base de mezclar riffs que quizás impresionen a chavales de instituto (como cualquiera lo ha sido, vaya, que no es nada malo) y samplers más ortopédicos que la cintura de Fernando Hierro, los chicos de Rob Zombie tenían algo, y ese algo era un encanto freak (cuando se podía utilizar esa palabra sin sentir náuseas) y una falta de pretensiones tan grande como loables sus objetivos: divertirse con respeto hacia lo que les gustaba y divertir a los que les escuchasen. Aún hoy en día de vez en cuando me apetece escuchar "la sexorcisto" y el "astro creep".
Lo que no me esperaba ni harto de Grimbergen era que cuando se anunció que Rob Zombie iba a dirigir una película le saliese algo tan condenadamente bueno como "La casa de los 1000 cadáveres" , porque yo esperaba algo complaciente con los gustos pureto-radicales que la mercancía alternativa nos trata de endilgar y me encontré con el sueño húmedo de cualquier fan al terror sucio de la buena época (que supongo él vivió mientras mis padres aún no habían sido maldecidos con mi presencia). Que sí, que la peli era un homenaje/copia de esa(s) que todos sabemos pero era una vuelta a ese encanto decadente sin caer en el revivalismo barato que últimamente el cine y la música llevan a puerto.
"Los renegados del diablo" es más de lo mismo en resultado, pero no en fórmula. Porque el psychohorror (no puedo evitar sentirme como un gilipollas al escribir esto) deja paso a una bestial road movie donde nada ni nadie tiene la más básica piedad o moralidad. Todo en esta película esta hecho para incomodar al espectador ante el aluvión de violencia seca y gore crudo (sin aspavientos, tan realista a pesar de su ensañamiento que impacta más) que esta función del espeluzne regala. En definitiva, humor negro negrísimo, ritmo a machetazos y unos personajes más hijos de puta que el mismísimo cornudo (todos y cada uno de ellos) en una película que confirma a Rob Zombie como a alguien a tener en cuenta cuando coge una cámara, porque simpatías personales y contextuales aparte, la peli está muy bien hecha, y porque tras sufrir una mierda del tamaño de "Sin city" era necesario que alguien pusiese en su lugar a la violencia en el cine: el que divierte porque asusta.

Texto: Paco Latorre

Más info:
www.thedevilsrejects.com

Volver a Archivo

Nace una nueva sección en esta web dedicada al cine, algo de lo que ya venía incluyendo cosillas de vez en cuando en la sección "otros asuntos". Ahora, gracias a la colaboración de Oscar Sueiro, que será quien firme la gran mayoría de textos de esta sección, contaremos con un mayor número de contenidos sobre cine. Esperemos que sea de vuestro agrado.

Volver al Inicio