Tomillo, miel y limón. Eso me habría venido bien para paliar la tos y la carraspera con las que tuve que lidiar durante toda la grabación de esta entrega, que empezó sugerente y poco a poco se fue volviendo hardcore. Por suerte, este es un programa en riguroso diferido y con una buena dosis de tijeretazo y con la ayuda del compadre Romu López en post producción, tenemos finalmente aquí una grabación medianamente equilibrada. Bueno, todo lo equilibrado que puede ser un programa de mi cosecha…