Cuando dijo que iba a hacer otro programa más de radio, lo llevaron al frenopático, lo sentaron en una mecedora con una guitarra y pidieron una camisa de fuerza. El enajenado locutor solo acertó a gritar:
«¡Que sea hawaiana por favor!»
Tímpanos y Luciérnagas presenta el primer capítulo de esta nueva aventura radiofónica de Romu López, un programa de distorsiones sabrosas y melodías encadenadas: