
AUTOMATISMOS
KOBOLD
( RECHAZOS A LA CULTURA BURGUESA )
por Leo D. Kroglie
1. Rompía las
dedicatorias aclamando al cielo, hambriento y desdichado; 8. Los lamentos
se cruzan detrás de la noria.
pertrechando junto a las sombras de su olvido una falaz nostalgia, Salen
a pasear para que las piraguas afortunadas
que acongojaba a cualquier delincuente. no escampen,
No supe ironizar sobre las incongruencias del destino y no delimiten sus
punzantes armas
pero sí supe adueñarme de todas sus calamidades. en aquellas
cochambrosas flores que alquilan edulcorados puentes de papel.
2. Cuidando la sentina
embriagada de un alma pobre en estruendo, Detrás de las escarchas,
y acomplejada por ciertos resortes lunáticos. rompiendo a llorar
rabiosamente,
¿Cómo van a entrar en este laberinto? una dulce niña,
Cochambroso. Anodino. insensata,
Perplejo. Asmático. corre a través de una pluma.
No te pierdas en tu furor y no te encuentres pasmado Una cinta de vídeo
ingrata, la acoge.
delante de esas alimañas que queman y que digieren
esos sabrosos latidos 9. ¡Qué cada quién se coma su
hostia!
de tu superflua y enajenada mente. Nada menos que congratulando su femenina
creatividad, soliviantando murallas,
3. A sabiendas de
la gran locura germinal, creando valles infinitos
a contratiempo de esos desordenados baches que vuelan
que subyacen en tu hastiado corazón. sobre las posaderas
¡No te embeleses con el bello cántico de la cigarra! de un
caballo creador
Y no te aficiones a la bebida. de madera y guante.
¡Sucio gorrón! ¡No me digas cómo tengo que hacerlo,
soso esbirro!
¡Cómo aclaran estos tiempos en esta vecina victoria! ¡Y
corta tus creaciones después de plancharlas!.
Estos tiempos de neblina y de crudeza.
4. Llena de insatisfacciones
se cubría la mugre. 10. La mujer fatal, cuando reniega de la inmediatez
de los instintos primarios
Llena de infelicidad, y se intenta refugiar en hechos trascendentales,
camuflada de estrambóticas noblezas pierde su gracia,
y embutida en altibajos malsonantes. su arrogancia
Así estaban las máquinas discordantes, y hasta su decoro.
envueltas en sus harapientas miserias,
compradas a saldo y regaladas por nada.
11. Los sueños
y los efectos liberadores de la mente
5. Los urinarios, perplejos, se miraron a la cara. descansan en un mismo
plano.
¿Qué oís y qué decís, hijos míos?
Procrean en lo inadmisible,
Tétricamente dispuestos exhalaron el último suspiro, y se
comprometen en un embargo de ideas
y previendo que no podían alcanzar una cota mínima, anticuadas
y estrictas.
se preguntaron: Normalmente nunca rozan
¿hay dominios perfectos? con la mole inhumana
¿hay horizontes furibundos? de la amargura de un viejo;
¿o galaxias imbricadas en lo alto de un castaño?. sólo
se licuan
6. Mañana me
fui a adorar a un burro personal de acariciada gracia. en el interior
No sé cuánto tiempo estuve, pero de una terraza
me parece que la Diosa del Nepal se desvistió lentamente de Parches
y Espejos.
para que me abrumase su belleza.
Después de esto, no he creado nada igual, 12. Fui a por mis asuntos,
ni en mi inteligencia, aconsejado por un tricornio
ni en mis actos. acelerado por el deseo.
Sólo preveo que el demonio del ser estribe Comí detrás
de una estufa,
y aterrice sobre mi sombra. y cuando me encontré rogando
por las colinas de la riqueza,
7. Delante de mi apariencia
encontré ella vino,
dos redondos parachoques y obligó a calmarme.
que subían y bajaban
a la par que galopaban, 13. En la casa,
formando estruendosos maremotos todavía despacio,
de baldosas, cubriendo una rama dislocada
y que se mecían que abre
haciendo sonidos guturales hasta un agujero
entre mis simbólicos trastes; repleto de serpientes.
que brotaban No nadan en el lodo,
desde el incierto cielo no sudan sin nadie más.
azul oscuro, Cubren la "hondonada del buitre"
que bramaban y roncan hasta despertar,
de una forma espectacular. comiendo gusanos y babas,
Me derretí. digiriendo sin cesar sus conchas
y sus espumosas lonchas de barro.
14. Al borde de un
acantilado que está, 15. La Mauritania libre entra en mis risas
por fin, enfrente de mí, como un torpedo
me encuentro, acristalado de metal.
cansado, No desiste en su empeño,
ahíto. y se forja en una gran maestría,
Y después de una larga convalecencia avalada por un kamikaze henchido
me desespero y aúllo. de valor y de rabia.
Ya me di cuenta de mi error Cavando tumbas y transportando balas
y salté detrás de esa zanja, sobre las semillas de otros,
para liberar mi alma se hace dueña de sí misma.
y mi cuerpo, ¡Defráudala en su empresa, rica Majestad!.
ahogado en tu propio vómito.
Deja de rogar
y deja de maldecir,
porque la mala hora ha llegado.
16. La sombra se movía
despacio dentro de mi cuerpo. 17. La razón y el sobresalto siempre
nos sorprende.
Los forúnculos ansiosos, llenos de amalgamas de metal, La perfección
es el absurdo más infinito.
se retorcían dentro de un pequeño espacio, La crítica
es el ocaso del ser y de la mente.
ensimismados y acomplejados
por su asombrosa capacidad 18. Un alma gemela entró en mis carnes
para rescindir contratos. salpicando como un estadounidense
No hablé con nadie de este infortunio. que deambula por el espacio,
Una vez allí, empecé a cabalgar pregonando como una ramera
sobre altas murallas, que ajusta sus cuentas.
pálidas, relumbrantes. A él no le gustó esa experiencia,
No creía que eso fuera a acabarse alguna vez. y entró en
su hotel afligido por la pena.
Abrí todas las puertas, Mientras, un finlandés sarnoso y
naufragué en los albores marítimos viscoso malogró
su estado.
y maté cabras calamitosas Se inclinó hacia él y susurró
a su oído:
que yacían sobre una esfera " Piensa que el Viejo Canciller
está entrando en su tumba,
hermosa y plácida. y que nada ni nadie podrá impedirlo,
Al intentar convencerme ni siquiera su saludo de cartón
con el fragor de un álgido cabeceo, y sus botas de Radio".
un enjuto hermano de la codicia entró en mi seno;
arrancando con lascivia 19. La bruja del pantano
cada una de las cuatro gotas que se masticaban
en el ocaso. Atravieso sencillos pasillos musicales,
Me resultó imposible reflexionar sobre eso; así que donde
la nieve se derrite con las calientes melodías.
una fila de suicidas agnósticos decidieron Una nariz gorda y peluda
pretende matarlas.
dar por terminada esa ceremonia. No lo consigue. Su vida se escapa en
cada lamento.
20. Spritchers 21. Mickey Rooney me lamió los zapatos de Cadmio.
" No pareces demasiado asustado", le dije.
Rascacielos encorsetados en jaulas de grillos. "¿Tienes un
parche en el ojo o aristas de metal?"
Tiranos copulando con ínfimas furcias, " Hospedar es lo que
me aniquila y me empalaga", respondió.
todos ellos rezuman deseos y sabores. " Hay mucha seda en tu ardiente
cabellera, mucho lujo que te encoge".
¿Qué pierdes en esta odisea? " Los artistas no sabemos
nada de estas cosas, sólo las intuimos
¿A qué destino se refiere tu nombre?. y las imploramos".
" Latas viejas en tu sucio acordeón es lo que te mereces".
Una ametralladora rugió y luego apagó su luz.
" ¡Conseguimos la cosecha roja! ", dijo contrariado el
enano pestilente.
Había muchas cobras sentadas en el púlpito,
un montón de ninfas afeitadas y descarriadas.
22. Los designios
de Dios no tienen valencia. 23. El cielo,
gris y nublado,
Siempre se marchitan con paso indeciso,
siempre se exasperan. se acerca lentamente
Ennoblecidos ante el Altar de Dios. hacia esos senos,
Expiando sus culpas ante un manjar de cretinos; blancos y maternales
tétricos, indelebles. que salen de la Tierra.
Estos asumen su rabia y su desenfreno El frío entra en mis manos
intentando hincar sus dientes cortándolas,
malévolamente desglosados en arcas, como el cuchillo de un soldado;
cubiertos de túnicas como tus palabras,
y de seniles pensamientos. negras y sucias;
Cada vez que rugen, cada vez que vociferan como el olvido,
auscultan sus almas, triste y poderoso.
dolorosas, incautas. Infinito.
Ganan un amargo fin
en los dolorosos pasillos del diablo ejecutor.
Se encuentran exacerbados
por los designios del Señor,
se hallan expuestos
a su ira.
Cabalgan sometidos por las cavernas del espacio,
se adoctrinan en un rencor infinito.
Nada les puede evitar ya
un ácido baño
en las profundidades del caldero.
24. In the silence
En el silencio,
durante un tiempo de bruma.
Buscando lo que no puedo encontrar,
buscando una nueva intención.
Mientras, en el camino,
un filo atraviesa la espesura,
la idea filtra la luz.
Il (Il, Elle) cassait(violait)
l'acclamation de dédicaces au ciel, hungr et unhapp; en fournissant
près des nuances(ombres) de son (elle, votre) l'oubli une nostalgie
fausse, qui affligeait n'importe quel délinquant.
Je ne pouvais pas
persifler les incongruités de la destination (le destin) Mais oui
je pourrais prendre possession de tout son (elle, votre) des désastres
Rompía las
dedicatorias aclamando al cielo, hambriento y desdichado; pertrechando
junto a las sombras de su olvido una falaz nostalgia, que acongojaba a
cualquier delincuente.
No supe ironizar
sobre las incongruencias del destino
pero sí supe adueñarme de todas sus calamidades
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