Againsters: «Esa cosa indefinible que tiene el punk que te llena de endorfinas»

Si publiqué ayer una entrevista a Jipis Atómicos que iba destinada originalmente a Againsters, salvo alguna cosa, ¿no iba a publicar hoy la entrevista original, aunque sea del pasado mes de junio, que rescató Jordi ‘Unclu’ de algún lugar en el limbo entre su ordenador y mi correo electrónico? Las circunstancias han dado lugar a que casi 10 meses después preguntas y respuestas sigan vigentes…

Sois gente curtida en mil batallas musicales, habiendo pasado por bandas tan míticas como Mostros (Macky, voz), Budellam (Jordi, bajo), Subterranean Kids (Boliche, batería) o E-150 (Beni, guitarra), por mencionar solo algunos ejemplos en vuestros más de 20 años, o incluso más de 30 en algún caso, de trayectoria. En activo además en varias bandas algunos de vosotros cuando decidisteis formar esta nueva banda que finalmente se llamó Againsters. ¿Qué empuja para que os sigáis embarcando en nuevas aventuras y además compaginando varias a la vez?
Macky: Creo que hay cierta pulsión irresistible que te acaba llevando otra vez al local de ensayo. Yo voy bastante a mi bola y me apunto a bombardeos varios, y tenía muchísimas ganas de volver a tocar en una banda después de bastante tiempo de «sólo” hacer colaboraciones esporádicas en discos de otra gente o estar muy centrada en mis giras como road manager y mi spoken word. Pero me sigue pareciendo un milagro, como bien apuntas, coincidir a esta altura del campeonato con gente que, sólo por el rango de edad y sus correspondientes responsabilidades, tiene trabajos, familias y bandas aquí y allá, y aún tiene ganas de meterse en un sótano mal ventilado dos veces por semana. Si hay algo que nos “empuja”, creo que es esa cosa indefinible que tiene el punk rock que te conmueve, te acelera, te divierte y te llena de endorfinas. Y ya sabemos que el resto de la vida diaria tiene poco de eso, a menos que la hagas girar alrededor del punk rock, claro.
Unclu: Al principio todo fue culpa de nuestro amigo Edorta. Quedamos un día los cuatro y el amor floreció entre nosotros a la primera. Y aquí estamos. Lo raro hubiera sido que hubiéramos coincidido en el gimnasio o en clase de yoga, pero para punkrockear siempre estamos listos.

A pesar de todo, se podría decir que formáis parte de ese tipo de personas sospechosas habituales para estas cosas, siempre activas, ya sea tocando, organizando conciertos, diseñando, conduciendo furgonetas… Si bien, al menos visto desde la distancia, sorprendió el caso de Beni (guitarra), que había dicho en varias ocasiones que se había acabado lo de tocar en bandas para él tras haber pasado por multitud de ellas, como E-150, Kissin’ Cousins, Fix Me o The Urgent Kicks. Y sin embargo, creo haber leído en alguna parte que tuvo un papel principal en la formación del grupo. ¿Cómo fueron los comienzos de Againsters?
Macky: Sí, en mi caso lo de conducir furgonetas empezó muy naturalmente por ser la que menos bebía en bandas y pandillas, por disfrutar de conducir llueva o truene y por una tendencia a la alegría tonta en cuanto me pongo al volante. Todo ello dejó claro que podía ser una salida laboral disfrutable y además una solución a la precariedad a la que parece obligarte el sistema y el mercado cuando pasas de los cuarenta. Luego también está comprobado que todas las tareas periféricas de estar en una banda me producen gran placer (diseñar carteles y portadas, montar bolos y giras, la parte de comunicación, etc.). Creo que el resto de la banda también disfruta en mayor o menor medida de toda esa mandanga, o al menos se ha visto en el brete de encargarse de ello en algún momento. Ya Beni te contará, si quiere, por qué ese alejamiento de las bandas y por qué ese retorno, pero sí que fue él quien nos azuzó (ndr: No, pero ya contestaron Jipis Atómicos por él ayer). A pesar de conversar en redes desde prácticamente la época del MySpace y los foros, yo a Beni lo había visto en persona una vez, y muy recientemente. Era al que menos conocía de los otros tres. El comienzo de Againsters fue también a través de las redes: hora del desayuno sentada en la furgo, un colega me avisa de que habían colgado una foto de Mostros en un grupo de Facebook sobre bandas punk con chicas, yo reboto la foto, otro colega comenta que cuándo vuelvo a cantar, yo comento una chorrada de que ya haré una banda un día de estos y sigo conduciendo, que estaba de gira por ahí. A la hora de comer paro en una gasolinera, monto mi picnic, miro el móvil y había cuarenta comentarios. Beni dijo: “venga, hagamos esa banda. Unclu y Bolo, ¿os apuntáis?”. Estos dijeron que sí y de repente teníamos banda nueva y fecha fijada para el primer ensayo en los comentarios de un post de Facebook. La mandíbula todavía la tengo por los suelos. Fue probablemente la mayor alegría que tuve en 2019.
Unclu: Es que mis últimos 35 años han girado alrededor de todo esto, forma parte de mi vida: música, conciertos, radio, etc. No sé hacer muchas cosas más, así que la propuesta de tocar con estas tres bestias del punk rock me sedujo mucho y me hizo una ilusión tremenda. Lo estoy pasando bomba con ellos, además yo toda la vida he tocado con la misma gente del pueblo, La Roca del Vallés, y esto es una nueva e interesante manera de hacer las cosas, diferente de como las había hecho siempre.

Da la sensación de que todo ha ido muy rápido para esta banda, al menos hasta la llegada de la pandemia, pasando apenas un año entre el primer ensayo y la publicación del EP de debut el pasado mes de junio. Imagino que todo más rodado y hay pasos que directamente se saltan cuando se acumula tanta experiencia. ¿Cuál es vuestra visión al respecto?
Macky: ¿Te parece? Yo tengo la sensación de que, en un año (casi dos ya a día de hoy), en cualquier otra circunstancia, hubiéramos dado veinte bolos. Evidentemente la coyuntura es la que es, pero el ejercicio de aceptación que se nos pide en este momento, con todas las ganas y la furia, es bastante fuerte. Lo de la publicación del disco sí que es un gran paso, y fuimos afortunados de tener tantos sellos locales que quisieran colaborar. Volviendo al tema de directos, teníamos programados varios shows muy chulos que se nos han ido cayendo por la pandemia, y eso me deja la sensación de estar un poco coja. Que llevemos casi dos años, tengamos un vinilo en la calle y hayamos dado un solo bolo (en octubre de 2019) me da ganas de gritar por dentro. Pero bueno, tengo cierta tendencia al dramatismo también.
Unclu: Lo de la pandemia ha sido una putada para el grupo. Ya teníamos varios conciertos programados, varias propuestas más, el disco en la mano y se ha ido todo a la mierda. Eso sí, nos hemos centrado en hacer nuevos temas, pero eso de no poder salir del local a tocar nos ha jodido bastante, y tal como van las cosas no te extrañe que tengamos el LP grabado sin haber podido aún tocar en directo otra vez.

Como ya es habitual en el punk actual, hasta 10 sellos se han unido para la publicación de vuestro ep. ¿Se ha convertido en una práctica imprescindible y que os hayáis visto obligados a buscar o son a veces los propios sellos los que se ofrecen porque no quieren dejar de formar parte de determinados proyectos?
Macky: Sí, yo creo que a menos que vengas con un presupuesto holgado de serie o tengas algún tipo de sponsor o padrino, prensar un vinilo cuesta mucho dinero, y ninguna banda que recién empieza puede permitirse eso. Es verdad que algún que otro sello se ofreció, como tú dices, para no perdérselo. Para ello desde luego fue inestimable la influencia y experiencia de mis compañeritos de grupo, que seguro que tendrán más que contar sobre el particular. Yo soy la chica nueva en la escena catalana.
Unclu: La verdad es que a todos los sellos que les propusimos si querían sacar el disco aceptaron encantados, y a lo tonto lo que quería ser una tirada de 300 copias se ha convertido en una tirada de 650 copias. Como dice Macky, hoy en día hacer una tirada grande con solo un sello es complicado y más para un grupo nuevo que no ha tocado aún en directo, así que el sistema este de colaboración de varios sellos es estupendo y hace también que el disco este repartido por todo el estado o incluso Francia.

Habéis incluido en el EP una versión de un clásico del rock australiano de los 70, ‘Erotic Neurotic’ de The Saints. Si me pongo en vuestro papel, me parece complicado lo de ponerse de acuerdo para tocar versiones, más aún para grabarlas. Así que me pregunto, ¿por qué esta en concreto?
Macky: Ah, podríamos hacer 300 versiones si Beni no nos sujetara un poco, jajajajaja. Unclu y yo tocaríamos casi cualquier tema, nos gusta todo. A Bolo suelen gustarle más rápidos y que le planteen algún desafío. Los cuatro compartimos bandas fetiche, e hincharse a covers ha sido siempre el casillero uno de las bandas que se juntan a tocar por primera vez. Y sí que es complicado ponerse de acuerdo con cuál queda y cuál no. Por suerte tenemos ya unos cuantos temas propios, que surgen generalmente de un riff de Beni, y cada vez los covers ocupan menos espacio en nuestro repertorio. Aunque tocamos muchos en el ensayo porque nos divierten. No te diremos cuáles para no joder la sorpresa, si es que podemos volver a tocar. Creo que grabamos esa porque era corta y extremadamente divertida de tocar, en plan “si nos queda bien, la incluimos”. Era más un comodín que otra cosa. Y quedó porque, bueno, es un temazo y creo que también la pudimos llevar con éxito a nuestro terreno.
Unclu: Yo creo que hicimos esa porque sigue mucho la línea de lo que hacemos con el grupo. A mí me encanta como ha quedado, tiene una energía de la hostia. En el ensayo es un continuo de tocar versiones y probar cosas, luego ya veremos cuales se harán en directo, pero es divertido hacerlas, destensa y relaja las horas de ensayo, además estos cabrones se las saben todas. Aunque yo no estaré contento del todo hasta que hagamos una de Wilson Pickett, jajajaja.

Ibais a tocar, por mencionar un concierto concreto, en el festival Summer Blast de Barcelona en 2020, que finalmente se aplazó, como tantos otros eventos en los últimos meses por la pandemia. Luego habéis retomado los ensayos en varias ocasiones, pero sin poder volver a los escenarios. ¿Os planteáis la posibilidad de volver a actuar en directo en breve?
Unclu: This is Badalona, not Barcelona, jajaja. El Summer Blast era en el Estraperlo. Después de 3 meses sin vernos, confinados en casa, a la que pudimos volvimos a los ensayos de cabeza. Además yo con más ganas, pues los días de ensayo me libro de ir a caminar 5 kms, jajajaja.
Macky: Sí, ni bien desescalamos. Durante los primeros 3 días de reapertura de las áreas sanitarias de Barcelona durante la desescalada quedamos para ensayar 2 veces. Teníamos un mono bestial. Por supuesto nos morimos de ganas de tocar, pero no depende de nosotras ahora mismo y hay que hacer las cosas bien porque hay algo más importante en juego.

Aunque las nuevas generaciones se decantan en muchos casos por estilos de reciente esplendor, otros como el indie o el rap aguantan el tirón. Sin embargo parece que en el caso del punk cada vez es más difícil el relevo generacional. ¿Cómo veis esto desde vuestra perspectiva? ¿Conocéis gente que esté formando en la actualidad su primer grupo y este sea de punk?
Macky: No sé si primer grupo. En este caso, tener una edad es una putada, porque te diría que hay un montón de ‘gente joven’ haciendo punk y, claro, quizás esos jóvenes tengan veintiséis años, no dieciséis. Sí que he llevado de gira a veinteañeros que hacen punk, como Ratpak, ahora ya desactivados. Pero haberlos, haylos.
Unclu: Bueno, a lo mejor no hay tantos como hace años, pero vaya, aquí en el pueblo hay dos grupos de chavales que hacen punk/rock/metal y ninguno de ellos tiene ni 18 años. Sí es cierto que en los conciertos de punk se ve poca gente jovencilla, pero siempre ha sido un estilo bastante minoritario, no nos engañemos.

Para acabar, ¿cuál es el secreto para ensayar un sábado por la mañana después de haber hecho un desayuno comunal comiendo como si fuera la hora de la comida?
Macky: Que respondan los señores. Debe ser algo del país. Yo en esos casos sólo me clavo un té con leche y una tostada, que luego tengo que berrear y, si no, regurgito.
Unclu: No hay nada más bonito en esta vida que un buen desayuno, por supuesto compartido con los amigos. Es uno de mis vicios, los findes desayunar de ‘forquilla’ como han hecho toda la vida los payeses el día del mercado, y a la gente mayor y sabia se le tiene que hacer caso siempre.

Jipis Atómicos: «Aún quedan personas con las que es gratificante compartir cosas»

Recuerdo aquella vez que descubrí que un periodista musical profesional había cogido la nota de prensa de una artista, le había cambiado el nombre de la misma y cuatro cosillas más y lo había publicado en un periódico para otro grupo. Viendo el panorama, ¿no iba a coger yo una entrevista que envié hace algunos meses a mis amigos de Againsters y que finalmente no se publicó y se la iba a mandar con cuatro retoques a los también amigos Jipis Atómicos, que acaban de publicar en CD y cassette su debut, ‘Paz, amor y plutonio’? Lo de contestar lo que ellos quieran o lo que piensen que hubieran contestado Againsters dejo que lo decidan Guelo, Moncho y Peter…

Sois gente curtida en mil batallas musicales, habiendo pasado por bandas tan míticas como A Palo Seko, Chickenman, Ketchoop, Moloko Plus, Nitropollo, Culandra o Aceswords, por mencionar solo algunos ejemplos en vuestros más de 20 años de trayectoria. En activo además en varias bandas algunos de vosotros cuando decidisteis formar esta nueva banda que finalmente se llamó Againsters Jipis Atómicos. ¿Qué empuja para que os sigáis embarcando en nuevas aventuras y además compaginando varias a la vez?
Moncho: Yo de pequeño me di un golpe, creo que es eso. Supongo que tendrías que preguntarle a un antropólogo por qué las tribus ancestrales tocaban el tam tam… Será insatisfacción perpetua, hedonismo, ganas de dar la nota, ¿quién sabe? Me inclino por pensar que aún quedan personas con las que es gratificante compartir cosas. En este caso hacer canciones, y si de vez en cuando alguien te dice que le gusta lo que has hecho y te invitan a un calimocho en un tugurio apestoso, joder, eso es la vida.
Guelo: En el caso de Jipis, además, el propósito es bien claro: vernos. Es un grupo-excusa para que nosotros tres, que casi no nos veríamos si no fuera por la banda, nos veamos. Y espero que me dure mucho tiempo, siempre que no me quite tiempo para Culandra, que es lo que mantiene mi estatus económico.

A pesar de todo, se podría decir que formáis parte de ese tipo de personas sospechosas habituales para estas cosas, siempre activas, ya sea tocando, organizando conciertos, publicando fanzines… ¿Cómo fueron los comienzos de Jipis Atómicos? Por cierto, ¿a vosotros os sorprendió lo de Beni (guitarrista de Againsters), después de haber dicho en varias ocasiones que se había acabado lo de tocar en bandas para él tras haber pasado por multitud de ellas, como E-150, Kissin’ Cousins, Fix Me o The Urgent Kicks?
Moncho: ¿Los comienzos? Sencillos, una vez que convencimos a Peter de que tocara con nosotros todo lo demás eran flecos sin importancia. Peter es una persona que tiene la capacidad de generar una onda expansiva de positividad mucho más poderosa que la que por ejemplo generaría Aznar en sentido inverso. No conozco tanto a Beni como para opinar seriamente, pero supongo que si de verdad quieres dejar de tocar tienes que hacer como Juanfer de Moloko Plus: poner un anuncio en Wallapop de «regalo bajo al primero que venga a por él» y no arrepentirte.
Guelo: Es lo que decía antes. Moncho me dijo que quería montar una banda para verse con Peter y yo dije “me apunto” (un poco pensando en que aquello no progresaría… y mira). Moncho nos forzó a ensayar por la mañana y en los locales más próximos a su domicilio y lo demás es historia. En cuanto a lo de Beni, anda que no hemos oído todos eso de “no vuelvo a beber nunca más” y al finde siguiente se vuelve a beber con más sed, si cabe. Con las bandas creo que es algo parecido.

Incluso habiendo sufrido estos ineludibles tiempos de cuarentenas y distanciamiento social, da la sensación de que todo ha ido muy rápido para esta banda, pasando muy poco tiempo entre la formación y la publicación de vuestro debut. Imagino que todo más rodado y hay pasos que directamente se saltan cuando se acumula tanta experiencia. ¿Cuál es vuestra visión al respecto?
Moncho: En realidad no creo que sea cuestión de experiencia, sino más bien de tiempo. No hay duda de que el confinamiento y el hecho de que hoy en día con 2 cacharros muy sencillos puedas componer cosas en casa (a ver, con todo el respeto para el verbo ‘componer’) ha facilitado mucho que hayamos podido preparar este y casi la mitad de otro ‘disco’ en un tiempo bastante breve.
Guelo: Bueno, y que Moncho ha estado disparado haciendo temas en los primeros meses de pandemia. En lo que otros hacían pan de masa madre, ejercicio, o vídeos de coña con rollos de papel higiénico, Moncho dale que te pego haciendo temas. Peter y yo a remolque, como siempre. Nos mandaba deberes y nosotros… pues cumpliendo regular. También depende, creo, un poco de lo perfeccionista que seas y de lo que te importe o no eso de “no, aún no estamos preparados para grabar/tocar”. Nos surgió la oportunidad de grabar unos cuantos temas con Paco Daytonas en Navidad y la aprovechamos, aunque no tuviéramos los temas superpulidos.

Es habitual en el hardcore punk actual que multitud de sellos se unan para la publicación de discos. A veces parece que se ha convertido en una práctica imprescindible y que incluso son los propios sellos los que se ofrecen porque no quieren dejar de formar parte de determinados proyectos. Sin embargo vosotros habéis optado por autoeditarlo. ¿Por qué?
Moncho: Sinceramente, después de tantos años a mí no me pareció que hiciera falta esperar a que un montón de gente se decidiera. Si de verdad queremos que se vaya todo a la mierda no nos puede pillar debatiendo. No nos hemos atrevido con el vinilo, que tienen un precio que roza lo obsceno… y sí, a todos nos hace ilusión ese formato, pero a veces la lógica es buena consejera: vinilo en tiempos de pandemia, sin conciertos, pfff. Las ediciones en CD son baratas y casi imposibles de vender, pero pesan poco y siempre puedes regalarlos con unas camisetas más o menos majas.
Guelo: Y además un poco por acelerar y no dejar que la grabación se enquiste esperando la edición en vinilo, juntar sellos, decidir la portada… Aunque bueno, la nuestra nos la hizo el gran Pietro Foller y pocas discusiones hubo al respecto.

Habéis incluido en el ep una adaptación de un clásico del punk rock, ‘I love to hate’ (‘Me gusta odiar’) de Screeching Weasel. Si me pongo en vuestro papel, me parece complicado lo de ponerse de acuerdo para tocar versiones, más aún para grabarlas. Así que me pregunto, ¿por qué esta en concreto?
Moncho: ¿Por qué «I love to hate»? Seguramente porque nos salió mejor que ‘Valium Housewife’ de Sofa Head, que es la otra que probamos. Y el mensaje era muy agradable y positivo, por supuesto.
Guelo: A mí, de hecho, me mola bastante más ‘I love to hate’. Y no soy yo mucho de versiones ya, a pesar de los karaokes de 7 Seconds que hacíamos con Ketchoop. Ahora lo que me apetece es hacer temas nuestros y tocar solo eso. Tenemos tanto que ofrecer al mundo, tanto talento, que no podemos gastar tiempo en tocar cancioncitas de otros.

Dadas las circunstancias, creo que aún no os habéis estrenado en directo. ¿Os planteáis la posibilidad de actuar en directo en breve?
Moncho: ¿Tocar en directo? Por favor, ¿cuándo? ¿Dónde? Supongo que eso será un gran día. Puede que además alguien pueda cantar los temas mientras los tocamos y será una sensación bastante inusual y divertida.
Guelo: Ojalá, aunque ahí yo peco un poco de aguafiestas y las poquísimas oportunidades que han surgido de tocar por los alrededores de Madrid (que son casi nulas), he pedido rechazarlas por ser en lugares cerrados. Igual peco de excesivamente prudente, pero creo que gente como nosotros, con una legión de seguidores que sigue nuestros pasos y trata de imitarnos (en lo que pueden, claro, hasta donde llegan), tenemos que dar ejemplo. Todos unidos (detrás de los líderes de Jipis, claro) saldremos de esta.

Aunque las nuevas generaciones se decantan en muchos casos por estilos de reciente esplendor, otros como el indie o el rap aguantan el tirón. Sin embargo parece que en el caso del punk cada vez es más difícil el relevo generacional. ¿Cómo veis esto desde vuestra perspectiva? ¿Conocéis gente que esté formando en la actualidad su primer grupo y este sea de punk?
Moncho: El punk es de abuelos y punto. Aunque una vez en un concierto en una okupa en Madrid vi varios jovenzuelos muy animados. Eran rollo cresta y tal, pero joder, si con 18 años ya estás contemporizando, mal vamos. De todos modos, respecto a mi esperanza en cualquier cosa que apunte al futuro me remito a Eskorbuto y la teoría de la sanación mediante plutonio.
Guelo: Yo conozco contadísimos casos. Para empezar porque en realidad, no conozco jóvenes: no me junto con ellos, no sé qué hacen. Yo soy un viejo y hago cosas de viejos. Igual tienen miles de bandas y tocan en sus lugares secretos cuando yo ya me he quedado dormido en el sofá viendo A3Series, quién sabe. Sí he visto un par de bandas los últimos años con jovencitos… yo qué sé, Bonestorm de Catalunya, que me gustaron mucho, pero poco más.

Para acabar, ¿cuál es el secreto para ensayar un sábado por la mañana después de haber hecho un desayuno comunal comiendo como si fuera la hora de la comida? (Sí, esta iba para Jordi Garrotada Smith de Againsters, pero siendo Guelo otro gran titán de los platos consistentes y además compañero de Jordi en Culandra, seguro que me la puede contestar igual o mejor)
Moncho: Lo que haga Jordi Garrotada siempre es una referencia. Eso sí, estética, que yo me decanto más por una tostada con aceite de oliva y ajo.
Guelo: No llego a la altura, no cumplo los preceptos del maestro Unclu. Para empezar, aunque me avergüence confesarlo, me ducho antes de desayunar, algo que está completamente prohibido según Jordi. Y luego que, si tengo tiempo, me gusta desayunar huevos revueltos y tostadas. Y encima, en Madrid no es fácil encontrar sitios con “esmorzar de forquilla”, que estén a mano para luego ir al ensayo… Un desastre.