Bailando con distinto pie

Texto publicado originalmente en el blog de Tímpanos y Luciérnagas:

Menos mal que me queda este rato a la semana en el que grabamos el programa, un punto y aparte para compartir, para disfrutar. Siempre en buena compañía. Un lujo en los tiempos que corren.


Cada vez me siento menos identificado con esta sociedad del siglo XXI.


Cuando observo cómo tiende a la homogeneidad, al pensamiento único, e incluso esto se impone desde determinados medios.


Cuando soy testigo de cómo los golpes en el pecho y eso de apuntarse tantos se han convertido en el pan de cada día, mientras esa gente vive en realidad encorsetada, acomodada, sometida a las normas y los deseos de la industria. Tarde y mal, si es que llegan.


Cuando el pampaneo, el mamoneo, el postureo y el peloteo se ha convertido en una costumbre socialmente aceptada y los trepas, sin asomo ninguno de talento, campan a sus anchas.


Cuando los que más hablan son precisamente los que más tendrían que callar.


Ante este panorama, no quiero dar lecciones a nadie, no soy quien para hacerlo, me conformo con que me dejen tranquilo, “Bailando con distinto pie”.