Bailando con distinto pie

Texto publicado originalmente en el blog de Tímpanos y Luciérnagas:

Menos mal que me queda este rato a la semana en el que grabamos el programa, un punto y aparte para compartir, para disfrutar. Siempre en buena compañía. Un lujo en los tiempos que corren.


Cada vez me siento menos identificado con esta sociedad del siglo XXI.


Cuando observo cómo tiende a la homogeneidad, al pensamiento único, e incluso esto se impone desde determinados medios.


Cuando soy testigo de cómo los golpes en el pecho y eso de apuntarse tantos se han convertido en el pan de cada día, mientras esa gente vive en realidad encorsetada, acomodada, sometida a las normas y los deseos de la industria. Tarde y mal, si es que llegan.


Cuando el pampaneo, el mamoneo, el postureo y el peloteo se ha convertido en una costumbre socialmente aceptada y los trepas, sin asomo ninguno de talento, campan a sus anchas.


Cuando los que más hablan son precisamente los que más tendrían que callar.


Ante este panorama, no quiero dar lecciones a nadie, no soy quien para hacerlo, me conformo con que me dejen tranquilo, “Bailando con distinto pie”.

 

 

Un comentario sobre crítica musical…

Hay quien dice que hoy en día los críticos musicales son innecesarios. Alguna vez me lo he planteado e incluso no le quito parte de razón al que lo dijera: ¿Qué función cumple un periodista musical hoy que lo tenemos casi todo disponible a golpe de click? Pues seguramente una función imprescindible, para poner un poco de orden entre tanto caos y tanta sobreinformación. El problema es que hace falta que el periodista se reinvente, se adapte a los tiempos y comprenda que el escenario ha cambiado totalmente y ahora todo es mucho más horizontal. Sin embargo, lo que vemos es que hay mucha gente en el gremio que se deja llevar por las modas, los intereses y las leyes del mercado, que no aporta nada nuevo, que no tiene ni la más mínima capacidad de crítica (incluyendo la autocrítica), etc, etc. Por suerte, también hay muchos, veteranos o noveles, que siguen teniendo ese ‘mojo’, que saben transmitir sin tener que recurrir para ello a lo evidente y que hace que siga dando gusto leer y escuchar sobre música y seguir descubriendo que hay cosas nuevas (o viejas) interesantes más allá de la superficie.

 

 

Pase el tiempo que pase, siempre es un placer escuchar a Juan de Pablos

 

Mis favoritos de 2013

No lo he podido evitar, he tratado de resistir la tentación, he tratado de autoconvencerme de que las listas de mejores del año no molan, pero no he podido. Así que, otro año más, aquí va mi lista:

 

5. ‘Al fin llegó la cosecha’, el nuevo álbum de Trastorners. Más que un disco, es una leyenda.

 

4. ‘Electrolatino, el Origen, el primer recopilatorio oficial con los éxitos originales del género. Presentado nada más y nada menos que por Juan Magán. El único disco que tienen los de la comisión de fiestas de mi pueblo, que no dudan en hacerlo sonar a volumen atronador en cada desfile que organizan.

 

3. ‘Reflektor’ de Arcade Fire. Vale, no lo he escuchado, pero la lona del Primavera Sound y la Mercería Santa Ana bien merecen una aparición en un top.

 

2.La velocidad del tocino‘ de Dorian. Gracias a Vanishing Point por hacerme descubrir este grupo, no entiendo por qué nos los ponen más a menudo en Radio 3.

 

1. ‘Así soy yo’, el primer single como cantante de Kiko Rivera (vamos, Paquirrín, de toda la vida), número 1 de descargas en iTunes. No sólo por la canción, sino por todo el conjunto: su campaña de lanzamiento, mezclada con polémicas familiares; su estreno en playback en Sálvame Deluxe; su suave contoneo cuando canta, mientras los colaboradores del programa se hacen polvo bailando detrás como si no hubiera mañana (como para no acordarse de los «secretos» desvelados por Belén Esteban en su libro… perdón, «libro»); su voz cuando se pone meloso («directo a tu corazón»); la inmediata aparición de rumores de plagio… TODO.

 

 

 

La gran bola de nieve. Hoy, las listas de mejores.

Otra reflexión a bote pronto que publiqué hace unos días en Facebook, esta vez sobre las listas de mejores del año:

 

«Estoy prestando menos atención que nunca a las listas de mejores del año. Es por saturación, como viene pasando en las últimas temporadas, hace un mes ya que prácticamente no se ve otra cosa (eso, los corruptos, Chus Lampreave y el nuevo vídeo de El Adri, poco más). Así que cada vez me agradan menos. Cierto es que tienen algo bueno, que a los grupos les viene bien aparecer en ellas y que a los oyentes nos sirve para recuperar discos que no hemos escuchado con detalle y para descubrir otros que se nos habían escapado, pero para mí cada vez pesan más los aspectos negativos que aprecio en ellas. Desde mi forma de entender la música, no comparto esa obsesión por ordenar y jerarquizar la música (esto no es Del 40 al 1) ni la imposición de una determinada cifra de mejores (¿Por qué 5, 10, 20 ó 40 y no 27?), pero esto son cuestiones menores, supongo. Lo que más me ‘preocupa’ es el grado de programación que está alcanzando nuestra agenda musical, como reflejo de la propia existencia global, en cada momento se nos induce a hablar y pensar de unas cuestiones determinadas: ahora toca hablar de festivales, ahora de las listas de mejores del año… Y nadie parece plantearse que estamos automatizados, dirigidos, en esto también. Pero bueno, ¿quién puede luchar contra la gran bola de nieve?».

 

 

Una reflexión que me vino a la cabeza escuchando «Head on» de The Jesus and Mary Chain

Cuando me pongo a comprar discos de segunda mano puede caer cualquier cosa, desde las mayores frikadas hasta clásicos imprescindibles, desde Chimo Bayo, Baltimora o Milli Vanilli hasta Elvis Costello, The Beach Boys o The Jesus and Mary Chain. De estos últimos precisamente encontré el otro día un vinilo 7″, una copia promocional del single «Head on», que mientras escuchaba me hizo pensar (y publicar en mi cuenta de Facebook) lo que copio y pego a continuación:

 

 

«A mí esto concretamente (89) me pilló joven aún, pero ahora, a posteriori, me hubiera gustado estar más al tanto a principios de los 90 de toda esta ‘generación’ de grupos que siempre he asociado mentalmente (Pixies, Sonic Youth, Pavement, The Stone Roses, My Bloody Valentine, Dinosaur Jr., Yo la tengo, etc). Pero aquella década me pilló por otros derroteros musicales, que disfruté muchísimo y que no cambiaría tampoco. Simplemente me hubiera gustado poder abarcarlo todo, algo que resultaba bastante más complicado que hoy en día. Queda un consuelo, las grabaciones quedan ahí y siempre hay tiempo para disfrutar de temazos como este, aunque sea muchos años después (incluso para comprar el single en vinilo otros cuantos años después), pero nunca será lo mismo que vivirlo directamente, con el extra de intensidad que aportan cosas como la edad o el ansia de conocimientos.

 

Por eso me choca tanto que, en la actualidad, algo que, al menos en teoría, debería tender a la fragmentación, a la heterogeneidad en los gustos, como es la música, se haya convertido en algo tan homogéneo y restringido, sin necesidad de irnos al mainstream inequívoco. Que entre 5-6 grupos se repartan la parte gorda del pastel, con el beneplácito de algunos festivales, djs, locutores de radio, periodistas musicales… Precisamente ahora, que tenemos la oportunidad de descubrir prácticamente la totalidad de la música que se está haciendo en el mundo a golpe de clic, este público potencial, que resulta que además supone tan sólo un fragmento minoritario del total, se concentra en un segmento de la oferta bastante reducido en términos relativos. ¿No resulta cuando menos contradictorio?«

 

Nueva temporada de Tímpanos y Luciérnagas en marcha

 

 

Tres meses y medio después, estamos de vuelta con una nueva temporada de Tímpanos y Luciérnagas. Una nueva cita semanal con la radiodifusión músical y la charleta, para pasarlo bien, sin más. En Radio Destroller. Con un formato ligeramente retocado, ajustado a las dos horas, como se concibió en su origen, pero siempre a nuestro aire. Se mantienen las secciones de la pasada temporada y estrenamos otra sección nueva de contenidos dispersos, de la que yo mismo me encargo. Su título, “¡Libertad creativa!” y así la presento yo mismo en el blog del programa:

 

 

«Hemos vuelto y lo hemos hecho de un comedido que cuesta reconocernos, con un programa ajustado a las dos horas y la intención de mantener esto como norma. Además, yo me he relegado a mí mismo a la función de colaborador, con sección propia, la que aquí nos ocupa. Aunque habrá ocasiones en las que, como en este capítulo de retorno, permaneceré en Radio Destroller, nuestra nueva casa, gran parte del programa, apoyando y comentando lo que corresponda, sin guión, como un tertuliano cualquiera. Otras veces me limitaré a hablar de lo mío y dejar paso al resto del equipo e incluso alguna vez puede que haga la sección desde la distancia, eso lo irá determinando cada semana la responsabilidad de ser el contacto en Murcia del nuevo Batman. Pero, de una forma u otra, cada semana habrá una aportación mía en este apartado, cuya sintonía surgió antes incluso que su propio nombre.

 

Quien me conozca sabe bien que no es casualidad ni algo gratuito que la sintonía de mi sección sea una canción de Los Chichos y a pesar de ello, me vino a la cabeza de una forma bastante casual. Eso sí, una vez escogida, la conexión mental con la figura de Carlos Areces fue automática. Todo cuadró en mi mente en aquel momento, una sección en la que poder hacer o recomendar cada semana lo que me apeteciera, sin las ataduras de un perfil fijo. ¿A quién no le va a gustar? Un hueco para presentar novedades, recomendar conciertos, dar rienda suelta a la nostalgia, celebrar los nuevos descubrimientos, contar anécdotas… especialmente en las primeras semanas, mientras vamos recuperando el ritmo y adaptándonos todos al nuevo formato. Quizás más adelante trate de dar cabida en esta sección a todos esos contenidos extra que, con la colaboración de gente como Fulli, Klaus&Kinski, Perro o El Estudiante Larry, nos íbamos sacando de vez en cuando de la manga durante la pasada temporada, a los minicuestionarios post-concierto o a todas esas nuevas chorradas que de vez en cuando se me van ocurriendo. Ya llevo alguna en mente para el futuro».

 

Nota de prensa para «Tiene bacalao, tiene melodía», nuevo disco de Perro

El próximo 5 de noviembre Miel de moscas lanza el nuevo trabajo de los murcianos Perro, que se titulará «Tiene bacalao, tiene melodía». Yo a estos zagales los quiero una «jartá», eso está escrito, así que entre ellos y los responsables del sello, Eva y Ángel, decidieron pedirme que escribiera unas palabras al respecto. Al principio me hice el remolón, que «estoy muy ocupado», pero al final, como David Hasselhoff en La Hora Chanante, dije que sí. Antes de la publicación del disco podréis ir escuchando algún que otro adelanto (videoclip incluido) en los habituales medios de comunicación especializados, entre ellos nuestro programa, Tímpanos y Luciérnagas, que comenzamos la nueva temporada a final de este mes. También estará disponible antes de su edición física en las habituales plataformas de música en streaming. Pero hasta entonces, id abriendo boca con sus grabaciones previas en Bandcamp y con este texto, que añado a continuación de la foto.

 

 

Cuando escuché por primera vez la música de Perro lo primero que me vino a la cabeza fue: ¡Por fin! Bueno, en realidad fue lo segundo, lo primero que pensé fue: ¡Qué maikeles que son! Pero esto, que en resumidas cuentas es algo muy positivo, sería muy largo de explicar y al final es probable que tampoco lo entendierais.

 

Ya era hora de que volviera a aparecer un grupo joven en mi entorno cuyas canciones desprendieran frescura e inmediatez sin dejar de lado la intensidad y cuyas melodías y estribillos pegadizos cumplieran con su condición sin necesidad de sacrificar para ello la justa y necesaria dosis de ruido.

 

Ya era hora de poder ser testigo directo del nacimiento de una banda de veinteañeros sin complejos para mezclar las influencias del shoegaze y el noise, el espíritu del punk y la alegría del pop independiente, con un ojo puesto en los sonidos noventeros y el otro sin perder de vista la escena independiente/underground actual, desde Fugazi, Pavement, Dinosaur Jr., Los Planetas o El Inquilino Comunista hasta Za!, Margarita, Nudozurdo, Triángulo de Amor Bizarro o Disco Las Palmeras!

 

Ya era hora de poder presenciar desde cerca el crecimiento de un conjunto que, como intuí en aquel primer momento y pronto pude comprobar en directo (una y otra vez), tuviera ACTITUD. O como a mí me gusta decir, parafraseando a José Mota, EL ANSIA VIVA. Un grupo que, partiendo de una verdadera vocación underground, sin más pretensión que la de disfrutar y hacer disfrutar de la música, no se cierra puertas. De los que se apuntan a un bombardeo, porque “tocar en directo es la manera de llegar más fácilmente a la gente”. De los que no se toman demasiado en serio a sí mismos, no más de lo imprescindible, que para tirarse el rollo profundo y transcendental ya hay muchos haciendo cola. De los que si hace falta se dejan bigote e incluso componen canciones con verbos inventados para hacer un regalo navideño. De los que destilan buenas vibraciones.

 

No han transcurrido ni tres años desde aquel primer encuentro, coincidiendo con su irrupción en escena, cuando se clasificaron para la final de un concurso a la que finalmente no acudieron porque su batería se marchó tres días antes a trabajar en un crucero. Desde entonces, ya sea en su original formato de trío, como dúo ocasional o en su actual y definitiva formación de cuarteto (con dos baterías, tras el regreso del crucerista), no han dejado de pasarles cosas buenas. Han publicado tres maquetas (una de ellas en acústico) repletas de himnos para el recuerdo y un recopilatorio con los mejores temas de estas demos regrabados, han tocado sin parar en salas de media España y en festivales como Monkey Week, Lemon Pop, Estrella Levante SOS 4.8 o Sonorama y además han tenido tiempo de participar e incluso ganar variados concursos musicales. Pero todo esto es el pasado e incluso anecdótico, lo que realmente importa es lo que viene a partir de ahora, a partir del 5 de noviembre, día en el que se pone a la venta “Tiene bacalao, tiene melodía”.

 

El trabajo estará publicado por el sello Miel de Moscas, con portada de Cohete Fernández. Grabado en Alhabama de Murcia por Marco A. Velasco con la inestimable colaboración de Larry, mezclado en FJR con Javi PPM, masterizado en Kadifornia y compuesto por once canciones de letras desconcertantes, marca de la casa, que te sumergen en ese universo particular creado por la banda murciana y te atrapa desde la primera escucha con su combinación de estribillos potentes, canciones arriesgadas y melodías sugerentes. Para que tú lo bailes… si te atreves.

 

«Decyde Cultura», para IV Foro Decyde 2013 #Decyde2013

Los pasados 2 y 3 de octubre se celebró en el Monasterio de Los Jerónimos, en el Campus de la UCAM, el IV Foro Decyde #Decyde2013, un encuentro para el debate y el diálogo en busca de nuevas ideas para el desarrollo empresarial de los sectores de Cultura y Deporte. Me pidieron que escribiera unas palabras relacionadas con la Mesa nº 4, «Nuevos caminos en la Cultura», dedicada a temas como crowdfunding, mecenazgo, profesionalización y nuevos medios de comunicación y difusión. La mesa estuvo moderada por Lola Gracia, periodista cultural y colaboradora en La Verdad de Murcia y en la misma participaron como ponentes María Teresa Marín Torres (Directora del Museo Salzillo de Murcia), Antonio Martínez (Director Gerente del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes de la Región de Murcia), Fernando Zaplana (CEO en Vía Asesores, Director de Foro Decyde y autor de Manual de Fiscalidad Deportiva y de ONL… y sí, mi hermano) y Ángel Carrillo (Orquesta Sinfónica de la UCAM). Lo que se me ocurrió fue lo siguiente:

 

 

Artículo publicado el 1 de octubre de 2013 en la web de Foro Decyde:


En el actual contexto de crisis económica, en el que el sector cultural se ha visto afectado en un corto periodo de tiempo por una sucesión de contratiempos, entre los que podemos destacar el recorte o incluso la desaparición de las ayudas públicas – de las que en muchas ocasiones ha dependido sin otra opción -, la demoledora subida de IVA o la disminución del poder adquisitivo de su público potencial, surge una imperante necesidad de buscar nuevas vías tanto en la financiación como en la difusión de los productos culturales, que propicien la viabilidad de estos a medio y largo plazo e incluso la propia subsistencia desde un punto de vista profesional (que no artístico) del sector.

 

En lo relativo a la financiación, hemos sido testigos en los últimos años de la proliferación de plataformas de crowdfunding (micromecenazgo) en Internet, que sirven como soporte para la financiación de determinadas iniciativas culturales y artísticas privadas y en la mayoría de los casos de bajo presupuesto a través de las aportaciones directas de los propios consumidores. Sin embargo, la propia naturaleza de este sistema limita las posibilidades de extrapolarlo, salvo contadas excepciones, a proyectos que requieran mayor certidumbre, inmediatez o cierta regularidad y convierte la iniciativa empresarial privada, apoyada por una nueva Ley del Mecenazgo, en anhelada alternativa.

 

En cuanto a la difusión, la influencia de Internet ha revolucionado el mercado cultural en todo lo relacionado con cuestiones promocionales. Se ahorran costes, se “democratiza” el mercado y surgen nuevas oportunidades impensables en un pasado no muy lejano, como el marketing viral, pero a la vez nos encontramos con una serie de riesgos e incovenientes, como la sobreinformación, fugacidad del mensaje, multiplicidad de medios que sin embargo tienden a la estandarización o la inevitable ventaja de aquellos proyectos que, dotados de mayores medios, siguen siendo los que más facilidad tienen para desarrollar estrategias y captar la atención del público.

 

Ante este panorama, resulta evidente que son precisos el debate, la unión de fuerzas y la aportación de nuevas ideas. Este es el propósito del Foro Decyde. No hay fórmulas mágicas, no hay patrones fijos, sólo ideas y experiencias puestas en común para ayudar a encontrar su camino e inspirar a futuros emprendedores, reorientar a las entidades vigentes para crear empleo de calidad y paliar las carencias en lo relativo a la gestión profesional (y la formación en este aspecto) que impiden el desarrollo y la renovación de este afectado sector, que tan necesaria labor social y educativa desempeña para la ciudadanía.

 

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El resultado de este encuentro y de esta mesa de debate en concreto podéis verlo vosotros mismos en el canal de Youtube de Popular TV Murcia.

 


 

«Hasta que nos olamos…», para La Tribuna del Noroeste

Artículo publicado el 4 de abril de 2013 en La Tribuna del Noroeste:

 

 

Lo digo a menudo, no doy a basto con tanta novedad discográfica. Alguna vez he bromeado sobre ello, pero es que realmente sería como para vivir estresado si no fuera porque, por suerte (o por desgracia), yo no me dedico de manera profesional a este singular oficio del periodismo musical (por ello me puedo permitir tomarme, al menos, un mes de descanso, como voy a hacer a partir de hoy). Un día es una nueva canción de Surfer Blood, al siguiente un videoclip de Suicidal Tendencies o de Cuello, una semana después el fichaje de Neuman por Subterfuge, Pitchfork avanza el nuevo trabajo de The Black Angels, el próximo álbum de Za! ya se puede escuchar completo en la web de Rockdelux, el segundo disco de Furguson se estrena en exclusiva a través de Playground Magazine… Este ritmo no hay quien lo siga. Y aún así me permito la licencia (poética) de meterles prisa a mis compadres de Trastorners para que publiquen de una vez sus nuevas canciones.

 

Es por ello que no me termino de explicar cómo a gente como Pau Donés la broma de «La flaca» le puede dar para sacar hasta nueve discos o por qué determinada gente o ciertos medios ponen tanto empeño en encumbrar a algunos grupos, hasta el límite de la cansera o más allá. Es por ello también que, por delante de esas bandas convertidas en producto de masas vertiginosamente o de los grupos de moda en un momento concreto (aunque alguno pueda ser incluso de mi agrado), prefiero orientar mis recomendaciones en otras direcciones. Siempre encuentro respuesta a mis inquietudes como oyente en los catálogos de discográficas como Bcore Disc o Aloud Music y, por tanto, me gusta, sin atosigar, sin dar la brasa, hablar de sus discos. Pero no sólo de estos, que quizás sea los que más a menudo menciono, también los de otros sellos como La Castanya, Saltamarges, Caleiah, Discos Humeantes, Famèlic o Sonido Muchacho, todos ellos buenos sellos discográficos, pequeños, realmente independientes, de los que ponen el alma en sus ediciones y reinvierten sus ganancias, si es que llegan a tenerlas, en publicar nuevas referencias. Esto sin perder de vista a todas esas bandas emergentes que, sin apenas presupuesto, se lanzan a la aventura por su cuenta y riesgo y tratan de abrirse hueco en el mundillo de la música, como se diría por aquí, con palicos y cañicas. Grupos como The Saurs, protagonistas del mejor concierto que he visto en lo que va de año (gracias al centro cultural El Quirófano de La Arboleja y a su ciclo The Sonic Sundays), gente joven a la que apetece apoyar con buenas palabras y haciendo una excepción. Hace tiempo que decidí no comprar música en CD… salvo alguna cosa, como el EP autoeditado (CD-R en funda de cartulina, edición limitadísima, sólo 100 copias) de este cuarteto de Barcelona que, además, me dio la satisfacción de ver por fin un grupo que, en vez de «Demolición», toca en directo «Salvaje» de Los Saicos. Ya estaba bien.